Correo
Inseguridad
Como ciudadano mayor, y con respecto al tema de la seguridad y las declaraciones expresadas por José Antonio Kast ("El Gobierno de Boric es el más sangriento en las últimas tres décadas") y la dura advertencia del subsecretario del Interior, Luis Cordero ("La retórica del terror, y a ratos la retórica del odio, el efecto que puede producir son reacciones violentas"), preferiría no escuchar frases políticamente correctas pero banales, infundadas e infantiles, apelando a una tácita normalidad o seguridad inexistente. El sentido común nos señala que mejor nos haría como país corregir los errores y actuar con los pies en la tierra.
José Manuel Caerols Silva
Crisis penitenciaria
Cathy Barriga debe regresar a la cárcel a cumplir su prisión preventiva, a pesar de que no han cambiado las circunstancias que motivaron su cambio a arresto domiciliario. La prisión preventiva debería ser una medida excepcional, según el Código Procesal Penal, ya que no se ha comprobado culpabilidad ni hay sentencia. Sin embargo, se ha convertido en una condena anticipada que vulnera el principio de inocencia.
Esta injusticia es aún más evidente para quienes, como muchas mujeres que cumplen prisión preventiva, no tienen recursos para defenderse. En las cárceles se mezclan con personas condenadas, en un sistema sobrepoblado precario, donde se fomenta la criminalidad y la formación de bandas delictivas.
Chile enfrenta una crisis penitenciaria debido a la histórica falta de atención del Estado que suele pasar desapercibida en los debates sobre seguridad ciudadana. Es urgente abordar este problema con seriedad, agilizando juicios, revisando la prisión preventiva y mejorando las condiciones de los funcionarios de Gendarmería. De lo contrario, seguiremos transformando nuestras cárceles en universidades del crimen.
Nelson Venegas Diputado (PS)
Cambios urbanos
Volver a Viña del Mar produce nostalgia por un tiempo pasado mejor y asombro por el estado actual de la Ciudad Jardín. Sus calles y avenidas muestran cambios y deterioro.
Recorrí la que fue mi calle y me detuve en lo que fue mi lugar de trabajo por 20 años, 1 Poniente 350, icónica sede gremial empresarial que acogió a presidentes, políticos, embajadores, empresarios, intelectuales, profesionales, cientos de trabajadores. Hoy no queda nada, sólo grandes edificios; ni una placa que recuerde un lugar con historia y que aportó al desarrollo de la ciudad.
Las grandes urbes del mundo siempre tienen en sus calles símbolos de lugares con historia y esto hace bien a la vida de la ciudad y a las nuevas y viejas generaciones.
Joaquín Ortiz G.
Reforma previsional
Estimados senadores: ustedes son nuestros representantes, ya que salieron electos con nuestros votos. En la presente discusión para mejorar las pensiones les pido que no cedan a parte alguna al Estado de las cotizaciones adicionales, porque eso bajaría nuestras futuras pensiones. Todo aumento de pago mensual (por ejemplo, 6%) debe ir a nuestras cuentas individuales, porque es lo justo.
Equiparar la brecha previsional que existe entre hombres y mujeres, sí, pero no con nuestras cotizaciones de trabajadores formales. No corresponde quitarnos ni siquiera el 0,5%, lo que en la práctica es un impuesto al trabajo. Esta brecha debe ser financiada con ahorro del gasto fiscal. Plata el Estado tiene, pero la gasta mal en programas mal evaluados, por ejemplo.
Tampoco acuerden ningún mecanismo que entregue el control de nuestros ahorros previsionales a futuros gobiernos, a través de un administrador monopólico -estatal o privado- ni licitaciones en las que participe el Estado.
Por último, no acepto prestarle el 2% de nuestras futuras cotizaciones mensuales al Estado. Si el Estado necesita recursos, que emita deuda en la forma de bonos que pueden ser comprados por inversionistas de largo plazo, incluyendo los fondos de pensiones, si hace sentido económico a precio de mercado. Esto permite que los inversionistas vendan estos instrumentos si existen instrumentos con mejor rentabilidad o menor riesgo en el futuro. No somos un banco.
Confío en que ustedes nos defenderán, porque para eso los elegimos. Recuerden que en noviembre 2025 se reelige el 50% del Senado y esperamos que en esto ustedes representen la posición de la mayoría de los cotizantes.
Soy un trabajador formal y cotizante y digo con fuerza ¡con mi plata no!
John Byrne
Ministra Orellana
El comentario de la señora Orellana sobre el parecer expresado por el cardenal Chomalí, en relación con la postergación de la presentación del proyecto de aborto, pone al descubierto varios rasgos de su personalidad, como también de su peculiar manera de asumir la delicada función pública que detenta. Desde luego, son dichos que trasuntan resentimiento y soberbia, ausencia total de humildad, enmascarados o disimulados en la apariencia de la ironía, pero no de una ironía liviana, ingenua o inocua, sino de una densamente sibilina.
Detrás de estas características, también se advierte con claridad una forma vulgar y chabacana de aproximarse a asuntos profundos y serios, que inciden en valores profundamente arraigados en la sociedad y que, muchas veces, son causa de auténtica tensión intelectual y espiritual para grandes grupos de personas. A lo anterior se agrega una concepción chocantemente sectaria, nada democrática, más bien lindante con una especie de totalitarismo soft, de entender la función pública, como si esta sólo consistiese en promover aquellos proyectos que son del agrado de los incondicionales, los compañeros, los alegres cófrades que comparten una misma matriz ideológica, con total prescindencia de los intereses generales y del bien común de la sociedad.
Si se examina el asunto con atención y honestidad, no sería improbable que hubiese que llegar a la conclusión de que una persona de estas características, en realidad carece de la idoneidad mínima requerida para desempeñar el cargo del que se ufana y desde cuya altura se refiere con desdén a quienes no comparten su ideología.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega