Serios inconvenientes en su diario vivir enfrentan vecinos de tres de los cuatro edificios de 21 pisos que componen el conjunto residencial Quinta Claude, ubicado en el sector de Chorrillos, en Viña del Mar, debido a la falta de mantención de sus ascensores, situación que hoy mantiene a una torre con sólo uno operativo de los dos que posee, mientras que los elevadores de los otros dos edificios presentan fallas intermitentes. Incluso, la torre denominada X mantuvo hasta el viernes sus dos ascensores fuera de servicio, lo que ocasionó serios problemas.

Frente a esta complicada situación, habitantes del emblemático complejo residencial viñamarino responsabilizan a la administración de las cuatro torres de no efectuar las debidas mantenciones a los elevadores, pese a pagar gastos comunes que bordean los $ 98.000. En total, son 496 los departamentos que conforman el conjunto.

"es un delito"

Massiel Monserrat, residente de la torre X, a pesar de padecer asma y presentar problemas al corazón, hasta el día viernes se vio en la obligación de subir 20 pisos a pie para llegar a su departamento, por cuanto ninguno de los dos ascensores estaba en funcionamiento. La afectada explicó que los problemas generales en el conjunto comenzaron desde el momento en que asumió el actual comité de administración, que no fiscalizaría al administrador designado.

"Lo que yo he denunciado es que aquí lo que se viene dando es una administración desleal, y eso es un delito penal", manifestó. "Estamos desesperados, desesperados por una mala administración, por un comité indolente", añadió, recalcando que gran cantidad de vecinos tiene problemas de movilidad y de salud, y se ven obligados a permanecer encerrados en sus departamentos.

Jorge Navarro, adulto mayor que vive en el piso 16 de la torre W, edificio que mantiene un largo historial de problemas con sus ascensores, relató que meses atrás se juntaron las firmas para llevarlas a la Justicia esperando una resolución para citar a una asamblea extraordinaria y obligar al comité completo a asistir y lograr que renuncien a sus cargos; sin embargo, no se logró avanzar por ese lado.

"Nos estamos deteriorando. Nuestra convivencia se está deteriorando. Esto no puede continuar", aseveró.

Según su experiencia, uno de los principales problemas de la administración es la incapacidad de manejar el cobro de los gastos comunes, por cuanto muchos deben y no se les cobra, y muchos quienes son catalogados como morosos tendrían sus pagos al día.

Filtraciones y cañerías

Paulina Burgos, vecina del piso 20 de la torre Z, denunció que su departamento comenzó a deteriorarse en 2018, al punto en que por las filtraciones de agua y lluvia se han deteriorado significativamente sus muros e, incluso, han explotado los enchufes, lo que, advierte, es una situación de riesgo para todo el edificio.

La residente precisó que la reparación completa de la vivienda le costaría cerca de 10 millones de pesos. Sumado a esto, la administración le estaría cobrando $ 1.600.000 en deudas de gastos comunes. No obstante, la mujer defiende que tiene todos los comprobantes para demostrar que está al día.

"Yo ahora con mis medios empecé a arreglar el departamento, ya que esto pasó a ser un tema no sólo de salud física, sino mental de vivir así. No estamos acostumbrados", reclamó.

"Y los ascensores no son el único problema, hay azoteas sin mantención, hay que cambiar todas las cañerías... Para hacerlo debemos tener reglamento de copropiedad y reglamento interno y no tenemos ninguno", agregó.

Sobre este tipo de inconvenientes, Mauricio Barros, cuya madre vive en la torre Z, denunció que desde Navidad tienen un grave problema con el alcantarillado: se les devuelven las aguas servidas por el lavamanos y la ducha. Esto, dice, producto de la mala o nula mantención.

Diputado EXIGE RESPUESTAS

A raíz de este escenario, y específicamente por las fallas de los ascensores de la torre X, el diputado Andrés Celis (RN) visitó en terreno a la comunidad y emitió un oficio tanto al Minvu como a la municipalidad viñamarina con el fin de presionar a las autoridades a hacer cumplir las exigencias de la nueva ley de copropiedad y, así, agilizar una solución a los vecinos.

"La ley exige que los administradores de los condominios cumplan con ciertos requisitos, y esto debe ser fiscalizado adecuadamente. La gente no puede seguir esperando sin respuestas", señaló el legislador.

"Nos estamos deteriorando. Nuestra convivencia se está deteriorando. Esto no puede continuar".

Jorge Navarro, Vecino de la torre W

"Esto pasó a ser un tema no sólo de salud física, sino mental de vivir así. No estamos acostumbrados".

Paulina Burgos, Vecina de la torre Z

Como propietario del tranque La Luz, ubicado en Curauma, parte alta de Valparaíso, Esval efectúa una periódica mantención de su entorno, el cual es visitado de forma permanente. No obstante, los casi 1.500 kilos de basura que la sanitaria retira al mes del sector da cuenta que no todos quienes recorren sus senderos respetan el entorno natural.

"Durante 2024 realizamos más de 20 operativos, con un retiro estimado de una tonelada y media de basura al mes, que equivale a cerca de 18 toneladas anuales", precisó el subgerente zonal de Esval, Alejandro Pérez.

Y si bien dijo que la empresa desarrolla un programa de limpieza quincenal en la ribera del embalse, subrayó que "este esfuerzo requiere también del apoyo de la comunidad y visitantes, a quienes llamamos a hacerse corresponsables del cuidado de este espacio y no arrojar desechos en las inmediaciones del tranque".

Ingreso prohibido

También genera preocupación el cada vez más frecuente ingreso a sus aguas de personas con distintos tipos embarcaciones deportivas, principalmente kayaks, lo que realizan a través de diversos puntos no habilitados, como la avenida Borde Laguna.

Respecto de estas actividades recreativas, Pérez indicó que "los únicos que cuentan con autorización son los clubes de remo que tienen sede en el sector, incluido el Centro de Entrenamiento Olímpico del COCH", con quienes, aseveró, "mantenemos una permanente coordinación para la realización de sus competencias, resguardando siempre la sostenibilidad del embalse".

"Cualquier otra actividad -señaló-, incluyendo el nado, se encuentra prohibida por motivos de seguridad. Por eso, reiteramos el llamado a respetar las indicaciones y alertar a la autoridad u organismos policiales de cualquier conducta que pueda poner en riesgo a personas o el entorno".

Cabe consignar que hoy Esval sigue utilizando las aguas del tranque para producción de agua potable, lo que permite, de acuerdo a lo explicado por el subgerente zonal de la sanitaria, "respaldar el abastecimiento de más de 15.000 hogares de Placilla y Curauma, asegurando el abastecimiento por toda la temporada".

"Durante 2024 realizamos más de 20 operativos, con un retiro estimado de una tonelada y media de basura al mes, que equivale a cerca de 18 toneladas anuales".

Alejandro Pérez, Subgerente zonal de Esval