"Fue una tremenda sorpresa, porque uno no se cree nunca merecedora de nada"
Es presidenta de Zonta Internacional en Viña del Mar y además directora de la Asociación Gremial de Mujeres Líderes de la región. Aquí su historia vinculada a la pedagogía y la ayuda.
Aunque nació en Antofagasta, Liliana Hidalgo Rueda lleva desde 1973 instalada en Viña del Mar, donde ha desarrollado una carrera como pedagoga en inglés y dueña de un colegio, y actualmente presidenta de Zonta Chile y directora de la Asociación Gremial Mujeres Líderes. Todos estos antecedentes le permitieron hacerse un lugar entre las "100 mujeres líderes", concurso organizado por El Mercurio.
Un reconocimiento "inesperado absolutamente", asegura desde Brasil donde pasó las fiestas con su familia. "Para mí fue una tremenda sorpresa, gratísima, porque realmente uno no se cree nunca merecedora de nada, la verdad", dice, y añade que "después como que le empieza a uno tomar el gustito, acordarse de cositas que uno ha hecho y queda como plena". Detrás de esto también hay "orgullo, porque estoy representando a muchas mujeres".
Sus inicios
Mientras estudiaba en el Colegio Instituto Santa María de Antofagasta, Liliana se relacionó con la actividad social y la pedagogía. "Me gustaba ir a las poblaciones a hacer clases, de catecismo, por ejemplo", cuenta quien también ha dedicado parte de su tiempo a la pintura.
Es más, ella quería dedicarse al área artística, pero en su juventud no existía como carrera universitaria, por lo que "me mandaron a estudiar algo que se diera en la universidad, por eso escogí pedagogía". Así fue como llegó a Concepción, cuando aún no tenía siquiera la mayoría de edad, pues allá cumplió recién los 17.
Fue una aventura. No sólo tenía que adaptarse al clima, a la gente, sino que también aprender a vivir sola: "Era muy regalona, porque soy única hija con un hermano mayor solamente, pero igual partí fascinada", relata.
Sin embargo, durante su primer año ocurrió el terremoto de 1960 que afectó a la comuna el 21 de mayo, y al día siguiente a Valdivia. "Tuvimos que irnos todos los estudiantes de otras provincias, nos mandaban en aviones", rememora. "Ahí yo dije, ¿cómo voy a perder mi tiempo? Las clases se reanudaban un año después, porque se cayó buena parte de la universidad de Concepción. Entonces, entré de oyente a la Universidad Católica del Norte, en Antofagasta", continúa.
Gracias a ello, pudo dar exámenes y pasar a segundo. Sin embargo, su historia no terminaría ahí: "Estaba en tercer año de pedagogía en inglés en Chile, y me gané una beca". Por lo que con 19 años partió a estudiar a la Northwest Missouri State University, "en pleno corazón de Estados Unidos", asegura.
"Terminé la carrera prácticamente allá", agrega, pues "alcancé a hacer allá toda la tesis, el examen de grado y la práctica docente", diciendo que esta última fue "lo más interesante", pues en EE.UU. cambió de carrera a pedagogía en español.
"Lo pasé bien, y eso te da un empuje enorme a futuro con las propias hijas y nietas. Eso no se vislumbra en el momento, no tiene ni idea si vas a tener un hijo, pero, en el fondo, es un ejemplo. Uno lo ve ahora que estoy con la mayor parte de ellos", manifiesta esta madre de cuatro hijas, de las cuales tres nacieron en EE.UU. y una en Chile. La tercera es la periodista Maureen Berger.
Colegio propio
Luego de hacer clases en colegios y universidades, Liliana Hidalgo tuvo "la genial idea de hacer yo un colegio". Fue así como nació el Colegio Inglés Errázuriz de Viña del Mar, el cual todavía tiene, pero "arrendado a profesores del Colegio Español".
Estuvo 30 años a cargo del colegio, pero "mi marido se enfermó, entonces decidí arrendar el colegio para tener más horas de dedicación a él. Trabajar menos, digamos", sostiene.
En ese minuto, la invitaron a conocer Zonta Internacional, una organización global que trabaja para construir un mundo mejor para las mujeres y las niñas, defendiendo sus derechos y la igualdad de género. "De esa reunión yo salí presidenta del Club Zonta de Viña del Mar", aclara. Han pasado 20 años de ello, y si bien ha habido alternancia en la presidencia, en la última década ella ha liderado la organización prestando ayuda.
En esta misión también se han vinculado con Betania Acoge. "Esa fundación es de una ex monjita, que ayuda a las chicas con un grupo de gente, como psicólogos, sociólogos, etc., la mayoría voluntarios, y nosotros como Club Zonta colaboramos en lo que podemos para poder sacar a estas niñas de la prostitución. Paralelamente se les capacita en algo que les sirva", explica Liliana.
"Lo otro que se les hace es un trabajo fabuloso de espiritualidad y elevación de autoestima, basado en la religión católica", comenta.
ENtre varios organismos
Fue la psicóloga y piloto civil María Eliana Christen quien fundó la Asociación Gremial de Mujeres Líderes. Ella con Liliana Hidalgo se conocieron cuando ambas compartieron en Zonta Internacional, grupo al que Christen renunció. "Me pidió que integrara. Fui presidenta también de la asociación", relata la actual directora.
Sobre el objetivo que tiene esta Asociación afirma que "es similar a lo que hace Zonta, pero es pequeño. Hemos ayudado, por decirte algo, en Quillota, a las mujeres que están en la cárcel. Con ellas se hizo un proyecto EcoCorazón, que se lo ganó una expresidenta de esta asociación que falleció, Loreto Vera, y nosotras lo ejecutamos", indica. Éste consistía en que las mujeres pudieran tejer y vender sus productos. "Me entusiasmé tanto que compré casi todas las alfombritas", declara entre risas.
También han colaborado con la comunidad Levántate de Quillota, que es un grupo terapéutico para mujeres con adicciones en general. "Hicimos una biblioteca el 2023 para ese grupo. Fue un esfuerzo, porque nosotros somos muy poquitas en la Asociación Gremial, entonces llevamos libros, lo que podíamos. Yo hasta mi Biblia llevé", asegura.
"Lo que más me interesa, ya sea por Zonta o por la Agrupación Gremial, es que las chicas sientan que están siendo ayudadas con mucho amor y esfuerzo por nuestras señoras. Aquí nadie es millonario, ni que te sobre el tiempo, ni la plata. Para todos es un tremendo esfuerzo", asevera.
Pero ojo: "No es entregar la ayuda al lote. Yo soy de las que no doy ni los cinco pesos en el supermercado, pero sí a una institución que yo sé con cada peso la cantidad de harina que se compra, lo que van a comer. Zonta es así, también Betania y las Mujeres Líderes", finaliza. 2
Lo que más me interesa, ya sea por Zonta o por la Agrupación Gremial, es que las chicas sientan que están siendo ayudadas con mucho amor y esfuerzo por nuestras señoras. Aquí nadie es millonario, ni que te sobre el tiempo, ni la plata. Para todos es un tremendo esfuerzo".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
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