Correo
Cuestionada compraventa
La fallida compra por parte del Ministerio de Bienes Nacionales de la antigua casa de Salvador Allende a su nieta, la ministra Maya Fernández Allende, reafirma la mala gestión del Gobierno en términos de austeridad y probidad. La compra infringiría la Constitución (Art. 37 bis, inc. 2°) y además implicaría un gasto de casi 1.000 millones de pesos, dinero equivalente a cuatro cesfam.
Si bien el Presidente solicitó la renuncia de la ministra de Bienes Nacionales, el hecho dejó claro que, luego de tres años de gobierno, no han aprendido nada sobre austeridad, dejando de lado materias de gran importancia para la población para centrar los dineros públicos en comprar casas a lo que ellos referían como "precio justo", y para contratar amigos para el aparato burocrático.
Tomás Ojeda Aravena Fundación para el Progreso
Casa de Allende
Una vez más la izquierda chilena demuestra su solidaridad con el dinero de todos los chilenos. No sólo se retractaron de la compra de la casa de Salvador Allende tras ser pillados in fraganti, sino que ahora buscan responsabilizar únicamente a la exministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval.
Señor Presidente, quienes se habrían beneficiado de esta operación también forman parte de su Gobierno. Es comprensible su sistemática falta de interés en velar por el cumplimiento de la Constitución, pero le pido que deje de "embolinar la perdiz". La institucionalidad no funciona como usted insiste en afirmar. Es momento de dejar atrás las mentiras y enfrentar la verdad con transparencia y responsabilidad.
Rodrigo Salinas Rojas
Borde costero
El ministerio a cargo de la fallida tramitación en la compra de la casa ubicada en la calle Guardia Vieja, en Providencia, Región Metropolitana, es el mismo al que se pretende traspasar por ley la administración del borde costero. A todas luces, el resultado de la mencionada errada gestión viene a reforzar lo inconveniente que resultaría para Chile que tan importante área geográfica de vital importancia para la seguridad y la economía nacional llegue a ser administrada por un estamento del Estado que no cumple con la debida acuciosidad en la examinación de los actos administrativos que le son inherentes por normativa y que, por tanto, son motivo de una obligada, completa y efectiva certeza jurídica para las partes involucradas.
De continuar el Estado con la señalada iniciativa legal, ya se puede anticipar prospectivamente cuáles podrían ser los resultados de las potenciales resoluciones administrativas que llegasen a adoptarse sobre el manejo del territorio costero-marítimo, sin la imprescindible visión marítima y la necesaria experiencia técnica. Saquen sus conclusiones.
Antonio Baros Mansilla
Turistas argentinos
Para los todavía incrédulos que se aferran sólo a sus consignas, sólo afirmar que la toma de mando hace un año por parte del Presidente de Argentina, Javier Milei, junto al notorio aumento de turistas argentinos en la Región de Valparaíso durante esta temporada estival, no son coincidencia.
Gabriel Ramos
Diputado formalizado
El desaforado diputado Mauricio Ojeda Rebolledo, quien participó en el primer y segundo gobierno del presidente Piñera (seremi de Gobierno y gobernador de la Provincia de Cautín), se encuentra en prisión preventiva por los delitos de fraude al fisco reiterado, cohecho, soborno y lavado de activos. Esto, por presuntamente defraudar al Estado a través de fundaciones.
En una intervención en la Cámara, Mauricio Ojeda expresó con vehemencia: "Presentamos una reforma constitucional que, en primer lugar, busca quitarles la ciudadanía a todos aquellos políticos corruptos y funcionarios públicos que estén involucrados en delitos en materia de corrupción. Y también hemos presentado un proyecto para modificar el Código Penal, para que los políticos y funcionarios públicos, sean de derecha o sean de izquierda, paguen los casos de corrupción con cárcel efectiva".
Hay tantas necesidades en Chile que afectan a los pobres, clase media y jubilados; también son muchos los casos de corrupción donde se han visto involucrados políticos y otros. ¿Cuántas viviendas y escuelas se habrían construido con los montos defraudados en el país?
Derico Cofré Catril
Mundo ideologizado
Vivimos el mundo del hombre promedio, de las grandes aglomeraciones humanas. Cuesta encontrar el sitio para estar sosegados en un mundo sobreabundante de recetas de la felicidad. Un mundo politizado, demagogo y de mucha palabrería y poca acción. El mundo político actual promueve una democracia débil, menguada de escepticismo. Hoy, la masa del sujeto promedio es la masa del espectáculo medial, que fomenta la época del narcicismo mediático, de la dramatización de las vidas personales convertidas en espectáculo. Vamos a los mismos lugares rodeados de la masa mediocre, sin identidad, sin mística. Una masa mediocre de revoluciones que nada bueno traen, sólo destrucción, vagancia, delincuencia. La masa vocifera, pide cambios, pero no continuidad. Desea borrar lo anterior como si la historia comenzara en el presente.
El mundo ideologizado jerarquiza, clasifica, segrega, polemiza, clausura a quien piense a contracorriente. Si no se es de un lado o de otro, es mundo bipolar. La masa progresista repele lo tradicional, ya que ellos son el cambio, los elegidos moralmente, y la masa tradicional cree que sólo lo económico da progreso a los pueblos. Ambas posiciones pontifican la ética, la moral. Es repelente ver en la TV a políticos atacarse en una narrativa vulgar.
El mundo de las noticias pasa, olvidamos, normalizamos las guerras, la pobreza, las injusticias, la torpeza de la política partidista en desmedro de los bienes generales. El mundo político es mezquino, mentiroso en su forma. No pedimos santidad, sino reformas duraderas, no cortoplacistas, pero la política languidece de falta de ideas.
Este mundo que vivimos es nuestras circunstancias, así como nuestras posibilidades. Ortega y Gasset dirá que el mundo es el repertorio de nuestras posibilidades vitales. Somos hijos de nuestro tiempo, no hay mejores tiempos, ya que cada tiempo histórico tuvo sus particularidades. Equivocadamente juzgamos que los otros tiempos eran decadentes. Si idealizamos caemos en el lugar común de los pasados mejores.
Felipe Acuña Lang