Correo
Prioridades
Yo soy uno de los vecinos beneficiados por la entrega de las casas por parte de Desafío Levantemos Chile en Canal Beagle. Mientras cientos de familias seguimos intentando reconstruir nuestras vidas tras los megaincendios del año pasado, el Estado estuvo a punto de gastar mil millones de pesos en comprarle una casa a la familia del expresidente Salvador Allende. Para muchos, puede ser sólo un número; para mí, es la diferencia entre la incertidumbre y un techo digno. Con esa cantidad, al menos 30 familias más ya podrían haber recuperado sus hogares.
También duele ver cómo en Viña del Mar se instala una rueda de la fortuna mientras tantas personas, un poco más lejos del mar, siguen sin casa. Es frustrante que las prioridades de las autoridades parezcan estar en cualquier cosa menos en ayudar a quienes lo perdieron todo.
Si hoy tengo un hogar, no fue gracias a la gestión del Estado, sino al esfuerzo de Desafío y sus aportantes, que en menos de un año construyeron 72 viviendas en Canal Beagle. Ellos hicieron lo que el Estado no pudo: darnos una casa y la oportunidad de volver a empezar.
La gente de Canal Beagle -y yo como presidente de la junta de vecinos- estamos enormemente agradecidos. Nunca pensamos que nos podrían regalar una casa totalmente equipada, bien terminada e incluso con los documentos legales que, por la burocracia, suelen demorar mucho. Simplemente, ¡muchas gracias!
Carlos Rodríguez Presidente de la Junta de Vecinos Canal Beagle UV76
Falta de rigurosidad
Chile vive un momento crítico: estamos gobernados por los hijos acomodados e incompetentes de las élites, muchos de ellos descendientes de los líderes de la ex-Concertación. Esta coalición, otrora exitosa en la transición a la democracia y la lucha contra la desigualdad, nos dejó un legado inesperado y lamentable: dirigentes cuya ineptitud y arrogancia moral han sumido al país en el estancamiento.
El reciente rechazo al proyecto Dominga es un claro ejemplo. El argumento del Gobierno, respaldado por Etcheverry, citó un informe de Cochilco que incluye 51 iniciativas mineras, entre ellas Dominga, como una de las más relevantes. Paradójicamente, la misma inversión que fue rechazada por razones ambientales es utilizada para justificar alternativas al desarrollo minero.
Este nivel de contradicción no sólo refleja desinformación, sino una falta de rigurosidad alarmante en quienes toman decisiones de alto impacto.
Esta situación no es aislada, sino parte de un patrón más amplio. Una generación que heredó privilegios, pero carece de méritos y preparación, gobierna desde la negligencia. Sus decisiones afectan la confianza en las instituciones y perpetúan una desconexión con los problemas reales del país.
Chile merece un liderazgo basado en el mérito, la responsabilidad y el compromiso con el bien común. Es momento de exigir un cambio, porque el país no puede seguir hipotecando su futuro en manos de la incompetencia heredada.
Rodrigo Durán Guzmán
Obras en el borde costero
Los fuertes oleajes y marejadas que se han presentado las últimas semanas, generan riesgos y preocupación de autoridades y vecinos, todo acentuado por el cambio climático. La incorporación de diseños resilientes resulta fundamental para proteger a las personas y la infraestructura. Algunas han sido llevadas adelante por el Ministerio de Obras Públicas y se deberían contemplar en el resto de las comunas, como por ejemplo las obras en la Av. Marina y Av. Perú, en Viña del Mar, para disipar la energía de las olas y protección contra la erosión.
También los enrocados son otras inversiones adaptables y económicas, los que permiten el paso del agua, evitando la acumulación de presión hidrostática que podría dañar las estructuras. Así se usó en la Caleta Portales, diseñado por el MOP con criterios de cambio climático, considerando, por ejemplo, el aumento del nivel medio del mar de 30 cm en los próximos 50 a 100 años, además de marejadas cada vez más frecuentes y agresivas.
La combinación de técnicas considerando el contexto geomorfológico y ambiental, han demostrado ser clave para enfrentar el impacto de las marejadas con el fin de otorgar una adecuada protección a la ciudadanía y a la infraestructura de la ciudad. Para ello debe existir una planificación de la autoridad, coordinación y generación de presupuesto (a tiempo) para ese fin.
Álvaro Peña Fritz Académico PUCV, consejero Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI)
La educación inicial
Iniciamos un nuevo año arrastrando un problema histórico. Hace algunas semanas, el portal Mifuturo.cl, perteneciente al Ministerio de Educación, publicó cifras sobre sueldos y empleabilidad para cada profesión. En este listado observamos que Educación de Párvulos se ubica al final de la lista, dentro de las pedagogías, con un sueldo de $1.033.015 y una empleabilidad del 77,2%.
Este antecedente pone en evidencia una preocupante contradicción en nuestro sistema educativo. Esto, porque la evidencia científica es categórica: los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo integral de niñas y niños. Es en esta etapa donde se forman los cimientos para el aprendizaje futuro, el desarrollo de las habilidades socioemocionales y las trayectorias educativas. A pesar de esto, educadoras y educadores de párvulos, quienes tienen en sus manos la enorme responsabilidad de guiar y estimular estos primeros pasos en la educación, reciben sueldos que no reflejan la trascendencia de su labor.
En un país que aspira a reducir las brechas de desigualdad, garantizar oportunidades para todos y todas y mejorar los indicadores de desarrollo humano, resulta incongruente que una profesión que contribuye de manera tan decisiva al progreso social esté entre las peores remuneradas.
Es hora de que como sociedad pongamos en el centro de nuestras prioridades a la educación inicial, comenzando por dignificar el rol de educadoras y educadores de párvulos con sueldos justos y condiciones laborales adecuadas. Reconocer su aporte conlleva no sólo justicia para ellas y ellos, sino también una inversión directa en el futuro de niñas y niños y, por ende, en el desarrollo de nuestro país.
María de la Luz González Directora ejecutiva, Fundación Educacional Oportunidad