"Es por la descentralización a medias que las políticas de Gobierno no avanzan en la región"
En el último año de Gobierno, el diputado y presidente regional del Partido Socialista (PS), Nelson Venegas, entrega su visión sobre los desafíos del oficialismo, marcados por la necesidad de mayor unidad y coordinación, tanto a nivel regional como nacional. En esa línea, realiza un balance crítico de la gestión del Ejecutivo, destacando las dificultades heredadas de crisis como el estallido social y la pandemia, pero también subrayando el rol clave que ha jugado el Socialismo Democrático en garantizar gobernabilidad y experiencia frente a una derecha que, cuestiona, "ha negado la sal y el agua".
- Me gustaría que partiera haciendo un balance de la gestión del Gobierno, sobre todo a nivel regional y pensando que este es el último año. ¿Ha costado más de lo esperado?
- Es que el Gobierno, más allá de la crítica, se tuvo que hacer cargo de situaciones complejas. Evidentemente, el país no estaba en una situación normal cuando asumió este Gobierno, producto, principalmente, del estallido, pero también de los efectos asociados a la pandemia. Creo que eso generó un baño triste de realidad, al tener que gobernar en una situación de un país que estaba aún saliendo de una crisis tremenda. Además, se tiene que reconocer que hemos tenido una oposición totalmente brutal y me refiero al Partido Republicano, que no ha aprobado ningún proyecto de ley de este Gobierno, ni las 40 horas ni el sueldo mínimo, no aprobó el royalty, tampoco el subsidio eléctrico, es decir, ha negado la sal y el agua.
- Pero usted ha sido crítico en varios momentos del Gobierno.
- Claro que soy crítico cuando lo amerita. Por ejemplo, no ha existido efectivamente un proceso real de descentralización, con verdaderas atribuciones, con más recursos, a través de una ley de rentas regionales como corresponde. Es por la descentralización a medias que las políticas de Gobierno no avanzan finalmente en la región. Si a eso le sumamos muchas veces la falta de experiencia de parte de algunas personas de Gobierno, es cierto que se han generado climas muy complejos. Aun así, el conglomerado de Gobierno, con las tremendas dificultades y diferencias que existen, bordea el 30% de aprobación y eso es infinitamente superior a lo que fue el último año del Presidente Piñera, que no llegaba al 10% de aprobación.
- ¿Cuando habla de inexperiencia se refiere al Frente Amplio?
- Me refiero a que existen partidos que son más nuevos, que gozan de mayor juventud, y eso es un atributo, lo reconozco, pero que trae consigo el hecho de no haber participado antes en la estructura del Estado que, en sí, es muy compleja. Entonces, más allá de los conocimientos teóricos que a veces se tienen, siempre es necesario tener algún grado de experiencia en la estructura del Estado. Aunque debo reconocer que esa experiencia se ha ido incorporando cada vez más, permitiendo en estos últimos meses una mayor vinculación y coordinación que permitirá que en este último año de Gobierno mejoren muchas cosas que antes fallaban.
"Todavía falta"
- Más allá de la fuerza que cada partido tenga, ¿la experiencia también es un factor a la hora de pedir espacio?
- En el Gobierno deben reconocer que sin el esfuerzo y el involucramiento de las fuerzas del Socialismo Democrático, donde prioritariamente ha contribuido el Partido Socialista, seguramente la gestión hubiese sido todavía más difícil. Nosotros hemos permitido hacer que este Gobierno salga adelante. Yo creo que ahí radica principalmente el tema de las fuerzas, en el sentido de que el Socialismo Democrático ha hecho una contribución realmente importante en dar gobernabilidad. Es verdad que al principio costó, existían muchas desconfianzas y muchas distancias, pero con el tiempo también se ha producido una compensación y entendimiento, aunque todavía falta.
- ¿Reconocen la fuerza regional del Frente Amplio o sienten que se requiere un mayor equilibrio, más allá de quién tiene más peso electoral?
- El PS en la región también es un partido fuerte. Si bien el Frente Amplio hoy día es más fuerte que el PS, eso se da porque son la suma de varios otros partidos. Entonces, mi crítica es que, pese a que tenemos mucha fuerza territorial, no siento que haya una equiparidad en las definiciones de Gobierno. Por ejemplo, como PS tenemos sólo una Delegación Presidencial y tres seremías que no tienen mayor connotación. No se trata de sacar cálculos mezquinos, sino que el PS es un partido grande y no sé si existe una correspondencia en nuestra participación en el Gobierno.
- ¿Cree que eso será motivo de conflicto en este último año de Gobierno?
- En la recta final del Gobierno, no podemos como PS ser tan irresponsables como para caer en situaciones que pudieran dividir las posturas del oficialismo, porque para nosotros lo más importante es el proceso electoral que se viene a fin de año. Un desafío que es muy difícil y nos obliga a actuar con un criterio de unidad para enfrentar a posiciones de derecha que hoy están extremadas.
- ¿Una lista única en noviembre?
- Yo soy de los que cree que tenemos que defender nuestra identidad, pero también construir un proyecto colectivo para enfrentar a la derecha. Y eso nos obliga a todos a generar y hacer todos los esfuerzos posibles para lograr el máximo de unidad a fin de año, desde la DC hasta el PC. La aspiración es contar con una única candidatura presidencial y una lista parlamentaria de unidad.
Definiciones regionales
- ¿En esa lista de unidad debería estar el alcalde Sharp como aspirante al Senado?
- En la lista de unidad tendrían que estar todas las personas que entendemos el peligro que constituye el resurgimiento de una derecha que ha extremado sus posiciones. Así que sí, Sharp tendría que estar, así como también la DC y todos los sectores, entendiendo que aquí hay un desafío mucho mayor que nuestro interés personal. Pero eso también debe entenderlo Sharp. Sharp debe ser parte del proyecto oficialista, pero debe entender que estos procesos son colectivos, no de individualidades.
- ¿Cómo quedaron como partido y cómo quedó la imagen de la senadora Allende después de la fallida compraventa de la casa del expresidente Salvador Allende?
- Sobre esto lo que puedo decir es que Salvador Allende es nuestra figura fundamental. El PS es un partido allendista y por eso nos resulta profundamente doloroso la deficiencia con la que se actuó por parte de órganos del Estado respecto de cómo sucedieron las cosas. Acá se ensució, lamentablemente, un personaje que para nosotros es ética y políticamente muy importante.
"En el Gobierno deben reconocer que sin el esfuerzo y el involucramiento de las fuerzas del Socialismo Democrático, (...) seguramente la gestión hubiese sido todavía más difícil".
"Mi crítica es que, pese a que tenemos mucha fuerza territorial, no siento que haya una equiparidad en las definiciones de Gobierno. (...) Tenemos sólo una Delegación Presidencial y tres seremías que no tienen mayor connotación".