Las Salinas activa el camino inmobiliario
La inmobiliaria que pertenece al grupo Copec, de la familia Angelini, apuesta a un desarrollo urbano inédito en Viña del Mar.
Con la inyección de US$ 85 millones a la Inmobiliaria Las Salinas, el grupo Angelini reactivó uno de los debates más controvertidos que enfrenta la ciudad de Viña del Mar sobre su futuro: qué hacer con el predio de 16 hectáreas que está ubicado frente al mar y cuyo proceso de remediación ambiental, aprobado luego de muchos años de tramitación y varias decisiones judiciales, se encuentra en pleno desarrollo. La apuesta de Angelini, a través del consorcio Copec, es materializar un megaproyecto urbano que combine el componente inmobiliario privado y el equipamiento público en un equilibrio que es inédito a nivel comunal y abre espacios de uso para iniciativas deportivas, culturales y de actividades al aire libre en un terreno que ha estado casi totalmente vacío y sin uso en los últimos 20 años. El paso es relevante, pues la instalación en el debate público del componente inmobiliario avivará los reclamos de algunos grupos ciudadanos, que piden dejar todo el paño de Las Salinas -conocido informalmente como terreno de las expetroleras, por su uso para almacenaje de combustibles por seis décadas- para un parque público de administración municipal. En esta postura están alineados la alcaldesa Macarena Ripamonti y varios de los concejales del Frente Amplio, que públicamente han mostrado su rechazo a la idea de que en el último terreno relevante que queda frente al mar se materialicen desarrollos inmobiliarios.
La promesa pública hecha por el grupo Angelini es que en Viña del Mar se ejecutará un proyecto urbano de características inéditas, con una fórmula que apostará a las lógicas de sostenibilidad y uso público de los espacios, pero estas ideas aún deben cristalizar en proyectos concretos, soluciones urbanas específicas y medidas pertinentes para los desafíos mayúsculos que enfrenta, como la carga vial. Al frente, desde el conjunto de vecinos y organizaciones que quiere concretar allí un parque, tampoco ha surgido una propuesta concreta sobre los usos y administración neecesarios para mantener de un espacio tan grande que su mantención y vigilancia, para no sumar su diseño y construcción, va a requerir recursos considerables que deberán salir de las arcas municipales. ¿Quién aportará antes esas soluciones?