La propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de desplazar a la población de la Franja de Gaza hacia Egipto y Jordania ha generado una ola de rechazo tanto en la región como en la comunidad internacional. Líderes palestinos, organizaciones humanitarias y gobiernos vecinos condenaron la idea, calificándola de violación de derechos humanos y una amenaza para la estabilidad regional.

Trump, en declaraciones desde el avión presidencial Air Force One, comparó la devastada Franja de Gaza con un "sitio de demolición" y planteó que sus 2,4 millones de habitantes podrían ser reubicados, ya sea de forma "temporal o permanente", en países vecinos. "Egipto y Jordania deberían asumir más responsabilidades. Estamos hablando de un lugar que es un desastre absoluto", afirmó el mandatario, quien también anunció la autorización para suministrar bombas de 900 kilos a Israel, medida que había sido suspendida por su predecesor Joe Biden.

Rechazo

La propuesta fue rápidamente condenada por Hamás y la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, aseguró que los palestinos "harán fracasar este proyecto de desplazamiento, como lo han hecho durante décadas". Mahmud Abás, presidente de la ANP, reafirmó que el pueblo palestino no abandonará su tierra ni sus lugares sagrados: "No permitiremos que se repitan catástrofes como la Nakba de 1948 y 1967", expresó en un comunicado oficial.

La Yihad Islámica, otro grupo armado en Gaza, acusó a Trump de alentar "crímenes de guerra y de lesa humanidad", en una región donde la mayoría de la población ya ha sido desplazada varias veces debido a los conflictos.

La propuesta surge en un contexto delicado, con un frágil alto el fuego en Gaza que comenzó el 19 de enero, después de 15 meses de intensos combates. Durante este periodo, la ofensiva israelí ha dejado más de 47.000 muertos, según el Ministerio de Salud de Hamás. El acuerdo, que se desarrolla en tres fases, contempla la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, así como la eventual reconstrucción del enclave. Sin embargo, ambas partes se han acusado mutuamente de violar el cese de hostilidades.

Egipto y jordania

El gobierno jordano, liderado por el rey Abdalá II, rechazó de manera categórica la idea de Trump. "Jordania es para los jordanos y Palestina es para los palestinos. Esta es una postura firme e inmutable", afirmó el ministro de Exteriores, Ayman al Safadi, quien también subrayó que la solución al conflicto pasa por la creación de un Estado palestino soberano.

Egipto, por su parte, no ha emitido una declaración oficial, aunque expertos consideran improbable que respalde una medida que podría desestabilizar aún más la región. La ONU ha señalado que Egipto y Jordania ya albergan a millones de refugiados palestinos, lo que dificulta aún más la implementación de una propuesta de esta magnitud.

La propuesta de Trump también ha sido criticada por organizaciones humanitarias y diplomáticos internacionales, quienes advierten sobre las consecuencias catastróficas de un desplazamiento masivo. Además, alertan que la medida podría agravar la crisis humanitaria en Gaza.

La CIA cree ahora que el virus responsable de la pandemia del COVID-19 probablemente se originó en un laboratorio, según un análisis publicado el sábado.

El informe fue desclasificado y publicado el sábado por orden del nuevo director de la agencia, John Ratcliffe, elegido por el presidente Donald Trump y que asumió el cargo el jueves.

La conclusión sugiere que la agencia cree que la totalidad de las pruebas hace que un origen de laboratorio sea más probable que un origen natural. Sin embargo, la evaluación de la agencia asigna un bajo grado de confianza a esta conclusión, sugiriendo que las pruebas son deficientes, inconclusas o contradictorias.

Reportes anteriores sobre los orígenes del COVID-19 se han dividido sobre si el coronavirus surgió de un laboratorio chino, potencialmente por error, o si surgió de manera natural. Es poco probable que el nuevo documento resuelva el debate. De hecho, los funcionarios de inteligencia dicen que puede que nunca se resuelva, debido a la falta de cooperación de las autoridades chinas.

La CIA "continúa considerando que tanto los escenarios de origen relacionados con la investigación como los de origen natural de la pandemia de COVID-19 siguen siendo plausibles", escribió la agencia en un comunicado sobre su nueva evaluación.

El senador republicano Tom Cotton de Arkansas, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, dijo el sábado que estaba "complacido de que la CIA concluyera en los últimos días de el gobierno de Biden que la teoría de la fuga de laboratorio es la explicación más plausible" y elogió a Ratcliffe por desclasificar el reporte.

"Ahora, lo más importante es hacer que China pague por desatar una plaga en el mundo", dijo Cotton en un comunicado.

El autoritario líder de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, fue reelegido para un histórico séptimo mandato tras las elecciones presidenciales celebradas ayer. Según los sondeos, el mandatario habría obtenido el 87,60 % de los votos, una cifra que refuerza su permanencia en el poder desde 1994, pero que es cuestionada tanto por la oposición bielorrusa en el exilio como por la comunidad internacional.

¿Fraude?

La líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, exiliada en Varsovia, afirmó que las elecciones fueron una farsa y destacó que "todos los intentos de legitimar el régimen de Lukashenko han fracasado".

Países europeos y organizaciones internacionales ya habían condenado el proceso electoral antes de que se realizara, calificándolo de ilegítimo debido a la represión de la disidencia y la ausencia de condiciones mínimas para un proceso democrático.

El sistema autoritario de Lukashenko, fortalecido tras la represión de las protestas masivas de 2020, dejó fuera de la contienda a todos los principales opositores, quienes permanecen encarcelados o en el exilio. Además, cientos de miles de bielorrusos en el extranjero no pudieron votar debido a la falta de colegios electorales habilitados fuera del país. La oposición instó a sus seguidores a votar por la opción "Contra Todos", una alternativa simbólica de rechazo, que obtuvo el 5,1 % de los sufragios, convirtiéndose en el segundo "candidato" más votado.

Los otros cuatro candidatos permitidos por el régimen no superaron el 3 % de los votos. Entre ellos, Serguéi Sirankov, del Partido Comunista, alcanzó el 2,7 % al apoyar abiertamente la reelección de Lukashenko.