LA TRIBUNA DEL LECTOR Edificio del Colegio Alemán
POR TOMÁS VILLARROEL, INVESTIGADOR P!ENSA
Ya es un lugar común, una frase casi hueca, decir que Chile es un país resiliente. Lo mismo se ha dicho, en un sentido u otro, de Valparaíso. Con todo, la realidad de los últimos meses, quizá del último año, es que la ciudad se ha recuperado de las debacle que fueron para el puerto, primero, el estallido social y, luego, el cierre de la pandemia. El aire que se respira al transitar por las calles de Valparaíso, -por cierto, aquel Valparaíso acotado a los cerros Alegre y Concepción (y con suerte dos más)-, exuda vibración, y se percibe una revitalización palpable al transitar por sus calles, pasajes y escaleras. Los vecinos han vuelto a salir al barrio, los visitantes inundan sus calles, las tiendas han vuelto a abrir sus puertas y otros comercios se han instalado por primera vez. Todo esto hace frente a un Valparaíso que, en un porcentaje mayoritario, sigue sumido en la pendiente de la decadencia.
Entre los hitos que mejor representan el despegue postpandemia de los cerros Concepción y Alegre, sobresale un proyecto de recuperación del edificio del Colegio Alemán de Valparaíso. Al ser una construcción de indudable valor patrimonial-arquitectónico, especialmente cuando se mira desde el pasaje Dimalow su aula magna, y al ser una institución que ha acompañado al cerro casi desde su primer poblamiento -en la época de oro de Valparaíso en el siglo XIX-, vale la pena recuperar su historia y esbozarla, aunque sea superficialmente. El edificio del Colegio Alemán de Valparaíso de alguna manera resume la historia de la ciudad en el siglo XIX, cuando fue un crisol de comunidades extranjeras que, venidas de distintas partes del mundo -principalmente de Europa-, pavimentaron el camino, con su espíritu febril e innovador, para que el puerto se convirtiese en un emporio global del Pacífico. Aquello que se ha llamado en mirada retrospectiva la "Perla del Pacífico".
Una de las comunidades migrantes más importante del Valparaíso decimonónico fue la alemana, que poco tiempo después de establecerse, comenzó a fundar sus propias instituciones y asociaciones. Primero, en 1852, se fundó la Bomba Germania. Poco tiempo después, en 1857, la Sociedad Deutsche Gemeinde (Comunidad Alemana), cuyo fin fue fundar un hospital, una iglesia y un colegio. A los pocos meses (en 1858) se inauguró el Colegio Alemán de Valparaíso, pero no en su emplazamiento actual en el cerro Concepción, sino en un edificio ubicado en la Plaza Victoria. Asimismo, y dada la presencia de alemanes en Quilpué y Villa Alemana, se fundó en 1864 el Colegio Alemán de Quilpué, que después se fusionó con el de Valparaíso. La instalación del Colegio Alemán en Valparaíso en su ubicación actual, en el cerro Concepción, data del año 1870, y fue acompañada dos décadas después por la construcción de la Iglesia Luterana, inaugurada en 1897. Así, el Colegio y la Iglesia de la comunidad alemana, con su característica torre-aguja, en conjunto con la Iglesia Anglicana Saint Paul's de la comunidad británica, terminaron de conferirle al cerro Concepción una fisonomía arquitectónico-cultural, que en el presente no sólo sigue siendo un emblema de este barrio, sino de todo Valparaíso.
Con todo, las catástrofes sísmicas que afectaron a Valparaíso no pasaron sin dejar marcas. El terremoto de 1906, que provocó daños medianos en la infraestructura del Colegio, cobró la vida de cinco alumnos. En las décadas siguientes fueron agregadas otras ampliaciones que le confieren el estilo arquitectónico ecléctico que lo caracteriza. Pero fue el terremoto de 1985, sumado a la salida de la comunidad alemana desde Valparaíso desde la década de 1960, el evento que selló el cierre del edificio y la construcción del actual Colegio en El Salto. Posteriormente funcionó otro colegio en el edificio y hubo años en que estuvo vacío. Por eso, y ante el peligro de deterioro irreversible que afecta a la sustancia arquitectónico-patrimonial de Valparaíso, su puesta en valor y reapertura es una gran noticia no sólo para el puerto, sino también para la región-costa.
Esta iniciativa se suma al esfuerzo que últimamente han hecho especialmente universidades regionales en el rescate de edificaciones patrimoniales amenazadas. Destacan el edificio de la ex Bolsa de Comercio de Valparaíso por cuenta de la Universidad Técnica Santa María, el rescate de la Casa Italia en Viña del Mar por parte de la Universidad Católica de Valparaíso, y especialmente el reciente anuncio de ésta última casa de estudios de la compra y recuperación de la Casa Losada en 8 Norte con Libertad. Esta última noticia es motivo por el cual celebrar y mirar con algo de optimismo el año 2025.