Gian Franco Giovines D.
Ad portas de cumplirse un año del megaincendio en Viña del Mar y Quilpué, el ministro de Vivienda, Carlos Montes, aseguró el lunes que 53 viviendas ya han sido entregadas a familias damnificadas, mientras que 1.236 soluciones habitacionales se encuentran en ejecución.
Un avance que, sin embargo, para Erwin Navarrete, director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad Autónoma, es insuficiente a 362 días del siniestro.
El especialista, quien fue jefe de división del Minvu en la Región Los Ríos en Piñera II (2018-2022), se muestra crítico ante el proceso de reconstrucción en ambas ciudades. "Aquí falta liderazgo para poder llegar a un proceso de reconstrucción rápido, de impacto, y que vaya directamente al problema", dice el constructor civil en diálogo con El Mercurio de Valparaíso.
- ¿Qué opinión le merece el proceso de reconstrucción de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, a un año del megaincendio?
- Primero, hay que aclarar que no es primera vez que se hace una reconstrucción en Chile y nosotros ya tenemos historia de eso. Por ejemplo, en el terremoto de 2010, se reconstruyeron 220.000 viviendas en cuatro años. O sea, se puede hacer y están los mecanismos detectados para poder hacerlo. Dicho esto, yo creo que acá, en el megaincendio de Valparaíso, ha faltado coordinación entre los distintos estamentos del Estado. Básicamente, ha faltado liderazgo, creo yo. Recordemos que han pasado tres o cuatro personas liderando el proceso de reconstrucción. Partió la ministra Maya Fernández, después (Camila) Vallejo, después la ministra de Desarrollo (Javiera Toro). Entonces, si no tenemos una cara visible, difícilmente vamos a tener un proceso de reconstrucción exitoso.
- El ministro Montes informó que se han entregado 53 viviendas, además de la puesta en marcha de 1.236 subsidios. ¿Qué le parecen estos avances?
- En las emergencias, las respuestas tienen que ser acciones rápidas, de impacto, y, aunque lo que se entregue sea un subsidio, se valora. Ahora, son más de 4.000 viviendas las que están destruidas, y entregar 53 viviendas, a un año de la construcción, es poco, considerando el espacio donde se llevó a cabo el incendio. Por ejemplo, en los incendios de Castro, donde se quemaron más de 140 viviendas, con la ayuda de las empresas privadas y de la Gobernación, en un año se entregaron todas las viviendas. Insisto, ha faltado ese liderazgo para poder llevar adelante esta reconstrucción.
Burocracia estatal
- Diez meses después del incendio, Desafío Levantemos Chile entregó 73 casas reparadas en Canal Beagle. ¿Cómo es posible que el privado avance más rápido que el Estado en una reconstrucción?
- Es que eso pasa, y no solamente pasa en emergencias, sino también para la construcción de viviendas en forma normal. En tiempos de entrega de subsidios, el Estado demora 8, 9, 10 años en entregar una vivienda. Entonces, hay que hacer una revisión de eso, del aparato burocrático que está dentro del mismo Estado para poder agilizar, y no solamente la vivienda, sino que también la emergencia de la vivienda, que hoy en día no existe. Hoy son más de 70.000 las familias que están esperando vivienda.
- En base a su experiencia en el Minvu, ¿cuáles cree que han sido las principales falencias en este proceso de reconstrucción?
- Aquí hay varios temas que hay que rescatar. Primero, cuando se genera una emergencia, lo primero es esperar que pase, para poder hacer un catastro. Yo creo que ese catastro del Ministerio de Desarrollo Social funcionó bien. A la semana ya conocíamos el número de damnificados y de viviendas afectadas. Esos datos los tuvimos rápido, pero creo que lo que ha faltado es un liderazgo para poder llevar adelante la emergencia, un encargado, que de principio a fin esté atento a todo lo que esté pasando en el territorio. Entonces, si tú me preguntas, el gran problema ha sido la concreción de las soluciones habitacionales para las familias.
- Para esta reconstrucción están convocados el ministro Montes, la ministra Toro, el director de Serviu, la seremi del Minvu... ¿Falta, quizás, un liderazgo más claro?
- Es que si hay muchas personas, no hay liderazgos, primero. Esto para mí lo debería llevar el Ministerio del Interior, que es el gran ministerio 'paragua' de todos los otros ministerios. El Ministerio del Interior lo que hace es llamar y mandatar a los demás ministerios a que se hagan las tareas correspondientes y necesarias para subsanar la emergencia que se está llevando en ese momento. Eso lo hicimos nosotros, por lo menos, y eso ocurrió en el terremoto del año 2010, o en los incendios de Valparaíso, anteriormente, o en el megaincendio del sur de Chile (del año 2017). Entonces, insisto, aquí faltó liderazgo. Aquí faltaron personas que golpeen la mesa para que las cosas se hagan.
Que intervenga interior
- Los damnificados cuestionan que el Gobierno ha priorizado la urbanización y la repavimentación de las calles, antes de reconstruir las viviendas. ¿Tiene asidero ese reclamo de los afectados?
- Aquí la prioridad principal es llevar viviendas a la familia. Más que dar un pavimento, un pasaje, la prioridad principal es subsanar la emergencia, y la emergencia para las familias no es el pavimento, es la casa. Ahí tiene que haber una visión estratégica de lo que es manejar una crisis de este tipo de características. Entonces, muy bien, se puede caminar y mascar chicle a la vez, se puede hacer eso y se ha hecho. Lo que yo llamo es a ver lo que se ha realizado anteriormente, revisar los procesos anteriores y poder sacar las mejores experiencias, pero aquí la emergencia es lo habitacional.
- ¿Fue demasiado ambicioso el Plan de Reconstrucción, que anunció un total de 166 medidas? ¿Se pierde el foco respecto a la construcción de viviendas?
- Podemos tener mil medidas, pero las prioridades son las prioridades, y la prioridad en este momento es ya darle las viviendas que se les quemaron a las familias. Lo urgente es que las familias no tengan que pasar nuevamente un invierno a la intemperie, o en casas de emergencia. Y esa prioridad, insisto, la tiene que dar un ente superior, que para mí es el Ministerio del Interior.
- ¿Le habría gustado que la ministra Tohá hubiese estado involucrada en esta reconstrucción?
- Sí, a lo mejor no la ministra, pero alguien en el Ministerio que sea una cara visible a quien preguntar. Porque en este momento no se sabe a quién se le pregunta, a quién se llama, quién rinde cuentas. Cuando hay muchas caras, nadie es responsable. Trabajamos todos, pero nadie es responsable.
- A su juicio, ¿qué aspectos de la reconstrucción se deben reformular hoy para que no se siga retrasando este proceso?
- Creo que el Estado no lo puede hacer solo. Aquí hay que trabajar entre lo público, lo privado, incluso la academia. Se ha visto que cuando lo público y los privados trabajan juntos, se pueden entregar 73 casas, como lo hizo Desafío; o que se entregan 142 viviendas luego de un año, como ocurrió tras los incendios en Castro. Lo segundo es que, cuando existan estos eventos, exista un liderazgo concreto, visible, con poder de decisión, y que se incorpore también al mundo privado, que es al final el que entrega la solución, para que se puedan entregar las respuestas en el menor tiempo posible.
"En este momento no se sabe a quién se le pregunta, a quién se llama, quién rinde cuentas. Cuando hay muchas caras, nadie es responsable. Trabajamos todos, pero nadie es responsable".