Nuevo compromiso con las regiones
Reunidos en Cerro Castillo, el Presidente Boric y doce gobernadores acordaron acelerar la agenda de descentralización.
Doce de los 16 gobernadores regionales del país se reunieron ayer con el Presidente Gabriel Boric, en el Palacio Presidencial del Cerro Castillo, para analizar alguna fórmula que permita acelerar el proceso de descentralización anunciado al inicio del Gobierno por el mismo Mandatario, quien hizo la promesa de que se iría de La Moneda con menos poder del que asumía al llegar. Entre los temas prioritarios -Ley de Rentas y traspaso de competencias-, varios jefes regionales colaron la necesidad de que cada Gore sea propietario del inmueble en el cual funciona, un problema que también tiene Valparaíso. El acuerdo fue crear una comisión ad hoc que analizará la forma de materializar dicho anhelo, que es mucho más simbólico de lo que parece. El punto a favor de los gobernadores es que finalmente serán los presidentes de la Comisión de Evaluación Ambiental (COEVA), que se encarga de analizar, evaluar y finalmente votar sobre aquellos proyectos de inversión que tienen impacto ambiental en cada territorio. La presidencia de esta instancia, hasta ahora en manos del delegado presidencial regional, le permitirá a los jefes regionales imprimir mayor influencia en los procesos, con el riesgo de que las decisiones en torno a las iniciativas relevantes se politicen excesivamente, ensombreciendo el indispensable componente técnico que debe definir estas situaciones.
Con ese riesgo latente, hay otro desafío que acordaron el Presidente y los doce gobernadores reunidos en el Cerro Castillo: una alianza capaz de ejercer la presión política necesaria para que los parlamentarios aceleren la aprobación de los proyectos detenidos, entre ellos el "Regiones más fuerte", una iniciativa emblemática y ampliamente esperada por los jefes regionales porque abre la puerta a mecanismos de recaudación regional actualmente prohibidos por ley. Para muchos senadores y diputados, estas nuevas herramientas pueden convertirse en nuevas cargas tributarias que impacten negativamente la actividad económica o, peor, en oportunidades para el desvío de recursos. Lo ocurrido con el caso Fundaciones redobló esos temores. Por ello, así como piensan en una alianza estratégica para agilizar la agenda legislativa, los gobernadores harían bien en darle mayor transparencia y buen uso a los recursos con los cuales cuentan actualmente.