LIDERAZGO construye futuro PARA villa independencia
El incendio que afectó a Villa Independencia, en Viña del Mar, dejó tras de sí destrucción y pérdidas. Amanda Guerra, residente de 59 años, comparte su experiencia tras el desastre.
"Fui una de las damnificadas con pérdida total", dice Amanda, quien ha vivido en este sector desde su infancia y es propietaria de su terreno.
El fuego comenzó a las 15:30 horas del 2 de febrero, cerca del paradero 10. Ella estaba fuera de su hogar, en Paine, cuando recibió la noticia. "Estaba en una piscina cuando me avisaron sobre el fuego", relata.
La situación se tornó crítica rápidamente, y su familia intentó rescatar a los suyos, enseres y mascotas, mientras ella viajaba en un bus que apenas pudo sortear las llamas para llegar a destino. Durante el recorrido, lidió con la angustia de no saber de su hija, debido al corte en las comunicaciones.
"La preocupación por la familia era lo primordial", afirma. Al regresar a su hogar, luego de dos días, sus sobrinos encontraron a su tía calcinada.
"Ya habían ido a mirar y como estaba la lata casi en el suelo, no había indicios de que hubiera una persona". Además, habían sido engañados telefónicamente para sacarles dinero, señalándoles que su tía aún vivía y necesitaba medicamentos. "La indignidad que vivimos ese día es algo que nunca olvidaré".
Recuerda que en medio de la tragedia, cuerpos de personas quedaron apilados en plazas y calles. Por si eso fuera poco, posterior al incendio, la amenaza de ladrones en la noche los obligaba a estar alerta. "Los vecinos se defendían con valentía. No les tuvimos miedo a los saqueadores", señala. Ella recuerda: "Aparecieron personas robando lo que quedó. Los enfrentamos a fierrazos".
Ante la necesidad generada por el incendio, Amanda tomó la responsabilidad de liderar una ONG para ayudar a los damnificados. Desde su fundación, ha coordinado esfuerzos orientados a reunir recursos para quienes perdieron sus hogares. "La ayuda ha venido de la comunidad, no del Estado", recalca. "Todos los viernes visito gente, miro cómo están las casas y los avances. Recuerdo cada tragedia. Les ofrezco ayuda y voy a abrazarlos", relata. Destaca que su organización actúa como una "municipalidad chica", ya que cumplen roles esenciales que no realiza el municipio. "Somos asistentes sociales y hacemos gestiones para la gente". Todos ayudan en lo que pueden. 2
Yo todos los viernes visito gente, miro cómo están las casas y los avances. Recuerdo cada tragedia. Les ofrezco ayuda y voy a abrazarlos".
"