El crecimiento de los cruceros de lujo
La intensa actividad que tendrá este industria en febrero es una oportunidad que debe aprovechar Valparaíso. El desafío de Valparaíso es partir cuanto antes con el diseño de una oferta de servicios que sea práctica y atractiva para el tipo de turista que llega en estas naves de lujo.
Con más de 200 alojamientos turísticos, 80 servicios gastronómicos y numerosos atractivos culturales, Valparaíso parece estar listo para dar el siguiente paso en el turismo de cruceros de lujo. Esta industria, que experimenta un nuevo auge luego de la pandemia, vivirá febrero inmersa en una intensa actividad, que incluye una recalada doble, ocho naves distintas y miles de pasajeros que aprovechan la oportunidad de desembarcar en la ciudad. Sólo este fin de semana recién pasado, más de 3.600 visitantes llegaron en las dos naves de lujo que atracaron en Valparaíso: el Viking Jupiter, parte de la línea Viking Ocean Cruises, que completó su tercer arribo de un total de cuatro que tendrá esta temporada, y el Crystal Serenity, que zarpa hoy luego de permanecer varias horas en Valparaíso. De acuerdo a las proyecciones que hacen las autoridades portuarias, este crecimiento en la industria se mantendrá por varios años, lo que abre una oportunidad de oro para consolidar el rubro como un pilar económico del turismo en la ciudad. Para ello se requiere que avancen con mayor rapidez los estudios que permitirán instalar un muelle con dedicación preferente a los cruceros, un compromiso asumido por el Gobierno, las autoridades locales y regionales con la firma del Acuerdo por Valparaíso, que establece una hoja de ruta para la ampliación portuaria. Un proyecto de estas características requiere de varios años de estudios y una inversión considerable en los análisis técnicos que luego permiten desarrollar las obras. Por ello, el desafío de Valparaíso y sus autoridades es partir cuanto antes con el diseño de una oferta de servicios que sea práctica y atractiva para el tipo de turista que llega en estas naves de lujo, una que pueda rivalizar con la de otras ciudades que se ubican en las tradicionales rutas de navegación de Sudamérica, como Buenos Aires y Montevideo.