"Piñera instaló en la centroderecha una vocación ganadora, como Marcelo Bielsa hizo en el fútbol"
Militante de Renovación Nacional y exintendente de Valparaíso durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, Raúl Celis analiza el legado del ex Presidente cuando se cumple exactamente un año de su fallecimiento. Con una mirada desde la centroderecha, Celis destaca el impacto del ex Mandatario en la transformación del sector, y cómo a partir de su pragmatismo político fue capaz de instalar una verdadera vocación de triunfo, que antes no existía en el mundo de la derecha.
En esta conversación, Celis reflexiona sobre su figura, su influencia y el vacío de liderazgo que dejó en Chile Vamos.
- Desde una perspectiva histórica, ¿cuál fue el rol de Sebastián Piñera en la evolución de la derecha política?
- Si uno piensa en el rendimiento electoral de la centroderecha en los últimos 100 años, se llega a la conclusión de que, con excepción de Sebastián Piñera, sólo en una oportunidad se alcanzó la presidencia, con Jorge Alessandri, obteniendo en el año 58 poco más del 30% de los votos. Sebastián Piñera ganó dos veces las elecciones presidenciales con más de un 50% de los votos, de modo que es la gran figura de la centroderecha en los últimos 100 años.
- Después de su muerte, se habla mucho de su legado ¿cómo lo definiría?
- Si uno piensa en su legado, diría que Sebastián Piñera era un hombre esencialmente pragmático, tanto en los negocios como en la política. Yo oí hablar de él por primera vez a mediados de los 80, de amigos de Ingeniería Comercial de la Adolfo Ibáñez que me comentaban de este personaje al que calificaban como una especie de Golden Boy, por el éxito que tenía en los negocios, en un mundo donde no era fácil que aparecieran nuevos millonarios. Lo que quiero decir es que él siempre fue una figura distinta dentro de la centroderecha, porque no venía de los cauces naturales de los que proviene en general el sector. Él ingresó por una vía distinta.
- ¿Qué tan distinto era en cuanto a ideas?
- Sus ideas eran más bien similares a las de la Democracia Cristiana. Se había opuesto al gobierno militar. Era una persona claramente diferente dentro de la centroderecha y eso molestaba mucho a un sector importante del empresariado. Había una derecha económica que insistentemente se opuso a las ideas de Piñera y, por supuesto, a sus candidaturas. Incluso lo bajaron en una senatorial por Valparaíso, pero como él tenía, como decía, espaldas para aguantar estos golpes, insistía en su vocación de la vida común y de dedicarse a la política.
"vocación ganadora"
- ¿Piñera vino darle un nuevo aire a la derecha? ¿A refrescarla?
- Absolutamente la refrescó, porque la centroderecha, básicamente en los 100 años previos, desde 1920 en adelante, jugó un rol de ser oposición, de influir, de incidir, pero no de gobernar. En cambio, Sebastián Piñera tenía la ambición y la vocación de ser Gobierno. Piñera instaló en la derecha una vocación ganadora, como Marcelo Bielsa lo hizo en el fútbol chileno. Ambos cambiaron la mentalidad de sus actores, que pasaron de defenderse para no perder a participar por querer ganar el partido. Entonces, entra a la política con una vocación ganadora, de quizás tener pocos objetivos, pero muy claros.
- ¿Qué objetivos fueron esos?
- A ver, yo creo que Sebastián Piñera siempre tuvo en mente alcanzar la presidencia de Chile, lo que es muy razonable, porque gran parte de los políticos tienen ese objetivo en la vida. Eso es normal, lo que pasa es que alcanzarlo es muy difícil, pero él siempre lo tuvo en mente.
- ¿Cómo se explica esta resignificación del legado de Sebastián Piñera, cuando hace menos de tres años terminó su segundo Gobierno y su figura quedó muy debilitada?
- A ver, la muerte de Sebastián Piñera trajo como consecuencia una reevaluación de su figura. Él había terminado bastante dañado en su segundo Gobierno, con muy bajas aprobaciones populares. Pero poco a poco la estaba recuperando, y al momento de su muerte se disparó. Eso ha traído como consecuencia que todos quienes trabajamos con él en su primero o segundo Gobierno, hayamos mantenido una serie de nexos, de relaciones que permanecen en el tiempo y que van a ser fundamentales en los próximos gobiernos que vengan o las elecciones que pueda ganar la centroderecha.
-Más allá de que Evelyn Matthei esté nuevamente posicionándose como candidata presidencial desde Chile Vamos, ¿después de la muerte de Piñera hay un vacío de liderazgos?
-Evidentemente es muy difícil encontrar una persona con sus características. Como decía, Sebastián Piñera le dio esa vocación de triunfo a la centroderecha y la posibilidad objetiva de ser gobierno. Yo creo que hoy día hay una vocación ganadora, que es herencia de Sebastián Piñera y de este pragmatismo que él tenía para la política. Y claro, no hay ninguna persona que tenga todas sus características, porque es difícil encontrar a alguien así. Pero sí creo que hay personas en Chile Vamos capacitadas para ser presidentes de Chile, partiendo por la misma Evelyn Matthei.
- ¿Qué rol cumpliría el ex Presidente frente a la radicalización de los discursos en la derecha?
- Si me preguntas cómo se enfrenta a ese sector de la derecha más extrema, por ponerle un apellido, a mi juicio, eso se logra con el sistema Piñera. Y el sistema Piñera era defender sin temor ciertas causas y mantener esas vocaciones ganadoras. ¿En qué se traduce eso, por ejemplo? En el acuerdo por las pensiones, que a mí no me cabe duda que Sebastián Piñera lo habría liderado, lo habría apoyado, lo habría respaldado. No sé si en el tenor en que quedó, pero hubiera impulsado un acuerdo con la izquierda para poder sacar algo adelante. Y nosotros lo que tenemos que hacer, luego de la muerte del ex Presidente Piñera, es básicamente actuar con ese criterio, con esa vocación ganadora que él imprimió al sector, con la búsqueda de acuerdos, con mayor pragmatismo dentro de la política, con la búsqueda de acuerdos con sectores de centro, sin olvidar que nosotros pertenecemos a la vertiente de la derecha.
"Cómo se enfrenta a la derecha más extrema, se logra con el sistema Piñera: defender sin temor ciertas causas y mantener vocaciones ganadoras. ¿En qué se traduce eso, por ejemplo? En el acuerdo por las pensiones, que a mí no me cabe duda que Sebastián Piñera lo habría liderado".