"Los proyectos no siempre saben relacionarse con comunidades"
Generar metodologías y procedimientos que permitan vincular a la comunidad con el desarrollo de la infraestructura es clave para disminuir las brechas sociales y mejorar la calidad de vida de las personas, afirma Carolina Herrera, directora de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI). Para la especialista, allí reside la importancia del Manual de Relacionamiento Comunitario, recientemente publicado por la CChC como una herramienta que permitirá avanzar en el desarrollo sostenible del sector.
- ¿Por qué cree usted que existe resistencia de ciertas comunidades a grandes proyectos de infraestructura?
- Cada día, la ciudadanía es más consciente del aporte que la infraestructura tiene en el desarrollo y que, aunque constituye un paso importante para los territorios, los proyectos no siempre han sabido gestionar adecuadamente un relacionamiento temprano, más allá de lo normativo, con las comunidades. Se ha avanzado mucho en materia de vinculación y es importante consolidar este avance como un pilar estratégico de su operación. A lo anterior se suma la complejidad propia del modelo de concesiones, que además de implicar largos plazos de diseño, construcción y operación, requiere el trabajo conjunto a diversos actores: el Ministerio de Obras Públicos como mandante -a su vez en coordinación con otros Ministerios- la empresa concesionaria, municipios, vecinos y actores sociales. Cada uno tiene roles y responsabilidades dentro de este modelo, pero no siempre son conocidas y comprendidas por la comunidad, lo que vuelve compleja la gestión de cualquier controversia. ¿A quién recurro para quejarme?; ¿quién es el responsable de este problema? ¿Es el MOP, es la empresa concesionaria, el municipio? Si bien el modelo ha avanzado enormemente en prever y aminorar los posibles puntos de conflicto -fortaleciendo la participación ciudadana, por ejemplo- aún persisten desafíos que se expresan, luego, en la "resistencia" que menciona.
- En esa línea, ¿qué avance representa el Manual de Relacionamiento Comunitario?
- El manual, impulsado por el Comité de Concesiones de la Cámara Chilena de la Construcción, busca ser un aporte concreto para el avance del sector concesionario hacia un estándar común de relacionamiento comunitario, entregando orientaciones y herramientas para ordenar, guiar y fortalecer este trabajo. De esta manera, su propuesta metodológica -sencilla, enfocada en ser en una herramienta práctica- les permite prevenir y mitigar, más allá de lo normativo, los riesgos socio-ambientales de sus operaciones en las comunidades que se encuentran en su zona de influencia, incorporando mejores prácticas en el diseño, construcción y operación de los proyectos. El manual propone 4 fases consecutivas de trabajo con sus respectivos pasos y herramientas.
- Actualmente, mucho del relacionamiento sucede en el marco de la tramitación ambiental de cada proyecto. ¿Esto cambia con el Manual o se complementa?
- Una de las virtudes del manual es precisamente considerar las particularidades del "ciclo de vida" de la obra concesionada, por lo tanto en varios puntos del paso a paso que propone se hacen alusión al importante caudal de información y oportunidades que se abren para el relacionamiento incluso antes de que la obra comience a ser construida. Todo el proceso previo, tal como mencionas, es crítico para la empresa, pues en él se levanta información relevante desde la comunidad, que después debe ser considerada como un insumo central en la primera fase de trabajo que propone el documento. Desde ese punto de vista, Cámara Chilena de la Construcción ha planteado este manual como un complemento importante al proceso de tramitación, y también a los esfuerzos que desde el MOP se están haciendo para promover la participación ciudadana temprana.