Correo
Más allá de una gala
El fracaso de la denominada "Gala del Pueblo", promocionada por la seudo "creadora de contenido" Naya Fácil, es un alivio para los vecinos de Recreo y de la ciudad, ya que nos libra de un evento que, a todas luces, iba a ser un desastre.
Sin embargo, entre la continuación de la gala oficial, que se llevará a cabo en el icónico Sporting Club a puertas cerradas y con cobro de entrada, y el evento cancelado que pretendía atraer a personajes del submundo de la entretención ajenos a la comuna, me pregunto: ¿dónde quedan los vecinos de los barrios golpeados por el incendio? ¿Dónde quedan los trabajadores de nuestra ciudad? ¿Dónde quedan los ciudadanos de a pie que día a día hacen de nuestro entorno un mejor lugar? Y lo más importante, ¿dónde quedan los viñamarinos?
Rafael Astudillo Gómez Presidente Corporación Cultural "Somos Viña"
Candidaturas
En momentos que estamos cercanos a las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, comienzan a aparecer las candidaturas respaldas por los partidos políticos, ofreciendo el paraíso a los electores. Pero esto no es nuevo, se repite cada vez que hay un acto eleccionario y, generalmente, nos dejamos convencer por esas encandiladas promesas que nos ofrecen el oro y el moro. Luego viene el olvido de las promesas y la decepción de quienes creíamos iban a sacar adelante el país.
Este juego de la política más parece una burla hacia quienes creemos firmemente en la democracia, ya que tenemos la ilusión que los candidatos que nos van a representar en el Congreso no nos van a defraudar y que van a luchar para dejar atrás las injusticias diarias que vivimos y hacer de Chile un país mejor. Pero rara vez se cumple y viene la decepción. Ese es el motivo por el cual los partidos políticos tienen tan poca aceptación en la ciudadanía, como así lo demuestran las encuestas de opinión.
Es por todo ello que hago un llamado a la reflexión y a elegir en noviembre próximo a personas probas, inteligentes, idóneas, conocedoras de los problemas que nos afectan, valientes, desideologizadas y defensoras de sus principios, resolutivas, con imaginación, y dejar atrás lo que lamentablemente vemos diariamente de autoridades, que en vez de servir, se sirven del Estado.
Miguel Ángel Pablo Araya
Ministro Valenzuela
La política chilena ha degenerado en un espectáculo, y el reciente episodio del ministro Esteban Valenzuela lo confirma. Mientras Traiguén ardía en llamas, decidió protagonizar una escena más propia de un reality show que de un funcionario público de alta jerarquía en plena crisis. Su intento de apagar el fuego con una manguera no sólo fue ineficaz, sino que evidenció el amateurismo y el populismo que hoy dominan la esfera pública.
El espectáculo de Valenzuela no sólo deja en evidencia sus aspiraciones políticas, sino también la desconexión de nuestras autoridades con la realidad. Familias, agricultores y animales pierden todo, mientras un ministro juega a ser héroe en una película de bajo presupuesto.
Chile, otrora referente de estabilidad en la región, ha caído en una mediocridad alarmante. Chile merece algo mucho mejor en materia de autoridades públicas y representantes. Pero tengamos algo claro: la gente, la ciudadanía, es la que decide. Puede que, quizás - tal vez, ahí esté el problema de fondo.
Rodrigo Durán Guzmán
Erosión del Estado de derecho
Durante el gobierno del Presidente Boric se ha evidenciado una progresiva erosión del Estado de derecho. La falta de transparencia, las rendiciones de cuenta inconsistentes y la evidente ausencia de una separación de poderes han contribuido a generar una creciente desconfianza hacia nuestras instituciones.
El lema "el gobierno del aprendizaje" se ha revelado, con total éxito, como una excusa que encubre la absoluta ignorancia de la realidad que exhibe esta administración. No sólo demuestran que no aprenden, sino que, aparentemente, cometen más errores día tras día. La ineficacia de este gobierno es aberrante, pues desde el primer día se han registrado fallos estrepitosos que ponen en duda su capacidad para dirigir con responsabilidad y eficiencia.
Asimismo, la influencia argumental del Frente Amplio se ha infiltrado profundamente en el colectivo de izquierda. Sus defensores repiten mantras carentes de argumentos sólidos, aferrándose a episodios históricos que ya no se corresponden con las exigencias y realidades del presente. Esta situación ha comprometido los principios fundamentales del Estado de derecho, diluyendo los valores esenciales de nuestra democracia.
No podemos permitir que el control y la dirección de nuestro país sean cedidos progresivamente a una izquierda ideológica que, a través de dogmas y retóricas vacías, desvirtúa las bases de nuestro sistema democrático. La injerencia de estas ideas, que imponen un modelo de gestión ineficaz y autoritario, amenaza la libertad individual y el progreso económico. Es imperativo que la sociedad rechace cualquier intento de subvertir el orden público y defienda con firmeza los principios que han sustentado nuestra prosperidad.
Rodrigo Salinas Rojas
Bombal
En "La última niebla", de María Luisa Bombal, la figura del amante es la liberación al amor pactado, convencional. Regina representa una duplicación de la narradora, que vive el adulterio de manera real y trágica. La narradora sólo lo manifiesta en la fantasía, en los sueños, buscando a un misterioso compañero en medio de la bruma. Lo subversivo en esta breve e intensa narración es el lenguaje onírico y la sutiliza pasional de las emociones en la mujer. Los escenarios son opresivos, rutinarios. La narradora se casa por casarse, para no quedar soltera y tejiendo tejidos, como le dice Daniel, su marido.
La búsqueda del amor sería la fuerza que tendrá la narradora para encontrarse a sí misma en su sexualidad y su corporalidad. Se sumerge en un estanque y se encuentra hermosa, blanca y bella. La imagen de la escena es de un fino erotismo, con un gran lenguaje sensitivo.
María Luisa Bombal es de las grandes de nuestra literatura hispanoamericana. En sus diversas compilaciones de sus obras completas se dice que es la más universal de las escritoras chilenas y con obras traducidas a varios de los principales idiomas de Occidente. Nació en Viña del Mar el 8 de junio de 1910 y falleció en 1980, sin haberle sido otorgado el Premio Nacional de Literatura.
El 14 de febrero se celebra el día del amor. Bien valdría releer esta breve novela, de una intensidad y pasión pocas veces vista en nuestra literatura.
Felipe Acuña Lang