Equipo de Crónica

En el marco del Día del Cáncer Infantil, el 15 de febrero, el Dr. Miguel Valero, pediatra hemato-oncólogo del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso, destacó los avances y desafíos que enfrenta el país en el manejo de estas patologías. Según el especialista, la tasa de curación del cáncer infantil en el territorio nacional es alentadora, alcanzando cerca del 80% de sobrevida a cinco años. Sin embargo, subrayó que existen aún patologías cuya respuesta al tratamiento no es la esperada y en los cuales se trabaja en nuevos protocolos.

Uno de los principales desafíos señalados por el Dr. Valero es mejorar la pesquisa temprana del cáncer infantil. Para ello se han intensificado las capacitaciones dirigidas al personal de salud, especialmente en atención primaria, con el objetivo de identificar signos y síntomas que permitan una derivación oportuna. "La pesquisa precoz es clave para ofrecer un tratamiento adecuado y mejorar las probabilidades de curación", enfatizó.

Programa Renci

En paralelo, se está fortaleciendo el registro nacional de estas patologías a través del programa RENCI (Registro Nacional de Cáncer Infantil), que recopila datos desde hace más de 15 años. Este sistema permite analizar tendencias, evaluar tratamientos y medir los avances en las tasas de sobrevivencia.

El pediatra también sostuvo que "aún hay una brecha que falta por cubrir, el avance es lento cada año porque son patologías también más difíciles. Hay un gran equipo de profesionales especialistas alrededor de Chile colaborando en cada centro PINDA (Programa Nacional de Drogas Antineoplásicas Infantiles) para fortalecer ese avance y superar los obstáculos".

Rehabilitación

Otro aspecto trascendental es la rehabilitación integral de los pacientes que se han curado de cáncer. El médico destacó la importancia de reintegrar a los niños a sus actividades cotidianas, tanto escolares como sociales. "El objetivo es que retomen su vida lo más cerca de su vida anterior al cáncer y sin que la enfermedad y sus secuelas marquen significativamente su desarrollo", explicó.

Para lograrlo, la red de salud cuenta con equipos multidisciplinarios que incluyen fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, kinesiólogos, dentistas, químicos, asistentes sociales y especialistas en salud mental. Estos profesionales trabajan en conjunto para abordar posibles secuelas físicas y emocionales derivadas de los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia.

Cobertura

El médico indicó que, desde ese punto de vista, "es trascendental que las garantías cubiertas por GES se mantengan y vayan avanzando en cubrir las necesidades de cada paciente. Cualquier retroceso en esto, es decir, recortes o restricciones en los costos asociados al cáncer, irán en desmedro de las buenas cifras de sobrevida que después de tantos años se han logrado, más aún, se fallará en el compromiso que con tantas familias se ha hecho de darles esperanza en esta compleja enfermedad".

"La pesquisa precoz es clave para ofrecer un tratamiento adecuado y mejorar las probabilidades de curación".

Dr. Miguel Valero

Pediatra hemato-oncólgo del Hospital Carlos van Buren

Un gran Fiesta Costumbrista 2025 se vivió en Puchuncaví donde más de 25 mil personas llegaron hasta la medialuna de la comuna para disfrutar de los más de 180 stands de emprendedores y los espectáculos artísticos del grupo La Noche y la Gran Sonora Valparaíso, que deleitaron al público.

El alcalde de Puchuncaví, Marcos Morales, junto con destacar la gran fiesta vivida en la comuna, señaló que "tuvimos un gran evento en Puchuncaví y la verdad que estamos muy felices por el gran cierre de esta edición número 19 porque llegó un gran marco de público, que superó con creces las expectativas que teníamos con los concejales presentes también en la medialuna".

"Soy una persona que ama el vino". Así se define Anastassiya Naumetskaya, periodista y sommelier que estuvo en Chile en septiembre. Proveniente de la ciudad de Almaty, en Kazajistán, visitó la viña Concha y Toro en Pirque y degustó los vinos chilenos. Uno de sus favoritos fue el pinot noir, que en Kazajistán sólo produce la viña Arba Wine.

Durante la época soviética, variedades de uva fueron plantadas en forma experimental en miles de hectáreas en diferentes regiones de Kazajistán. En el valle de Assa, en la región de Almaty, comenzó la producción de pinot noir, riesling, cabernet franc y cabernet sauvignon, además de saperavi y rkatsiteli, cepajes provenientes de Georgia.

En 1985, el entonces máximo dirigente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, impulsó una campaña antialcohol que hizo que muchas viñas fueran destruidas. En los 90, los terrenos de las viñas en Kazajistán que quedaban fueron divididos y entregados a agricultores que tenían poca experiencia en la producción de vino o que carecían del dinero para dedicarse al negocio vitivinícola. En 2012 Arba Wine comenzó un proceso para rescatar del abandono a las viñas del valle de Assa y darles nueva vida. Producto de este trabajo, el pinot noir se convirtió en uno de sus símbolos.

Ubicado en Asia central y con una superficie de 2.725 kilómetros cuadrados, Kazajistán es el noveno país más grande del mundo. Sin litoral marítimo, la mayor parte de su geografía es estepa, con una altitud promedio de 387 metros sobre el mar. El valle de Assa está a 1.000 metros de altitud, en el paralelo 43 de latitud norte, a los pies de las montañas Tian Shan, que Kazajistán comparte con China y Kirguistán.

En este clima de "noches frías", como dice Naumetskaya, se produce pinot noir. En Chile, el éxito del pinot noir comenzó cuando las viñas empezaron a plantar uva en la costa, dice Viviana Navarrete, enóloga de la Viña Leyda. "A fines de los 90, muchas viñas empezaron a explorar las costas de Chile. El clima frío costero es bueno para el pinot noir", dice. En la zona de Leyda, a 4 km del mar, cerca del puerto de San Antonio, se instaló esta viña que, a principios del siglo XXI, empezó a vender vino bajo la denominación de origen Valle de Leyda. La corriente fría de Humboldt beneficia sus vinos. "Es una bendición para la producción de pinot noir o sauvignon blanc", dice Navarrete.

La cuna del pinot noir está en Francia, en la región de Borgoña. Su producción se ha expandido por el mundo, dándose en regiones frías, como la costa chilena. En Chile, la superficie plantada de la cepa pinot noir para exportación se ha triplicado desde 2006 a 2023, de acuerdo al Boletín del Vino, publicado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura. "Recién hace 10 años que Chile está teniendo pinot noir excepcionales", dice Navarrete. Naumetskaya sintió notas de frutos rojos al probar el pinot noir chileno. Para ella, la calidad de este vino es algo que tienen en común Chile y Kazajistán.

Por Graciela Ibáñez