Izidor Händler se sacude en su cripta
La renuncia a los espacios públicos es un común denominador en muchas comunas del país. Esta plaza viñamarina lo confirma. Ayer, a las 13.30 horas, vimos borrachos durmiendo sobre sus prados, vagabundos visiblemente ebrios jugando a la "Gala", y varios estacionadores de autos pasados de copas y algo más ¡haciendo un asado!
Una verdadera experiencia surrealista, más parecida a una película de Robert Rodríguez que a otra cosa, es pasar por la Plaza Izidor Händler de 13 Norte con 4 Oriente en Viña del Mar, a solo pasos del Mall Marina, el Boulevard y el Mall Marina Oriente y de una de las principales -o que, al menos, pretende serlo- áreas turísticas de la ciudad.
No es que nos vayamos a poner puritanos a estas alturas de la vida, pero el simple hecho de caminar por su contorno es un atentado a la fe y la moral pública: sólo ayer, alrededor de las 13.30 horas, era posible ver cinco borrachos durmiendo sobre sus prados, tres vagabundos más visiblemente ebrios invitando a los gritos a unirse a la "Gala" que estaban organizando en la plaza, en tanto estacionadores de autos también pasados de copas y algo más, junto con otros fanáticos de los líquidos espirituosos y del consumo no precisamente de tabaco hacían ¡un asado! en pleno centro del espacio público dedicado al pobre de Izidor Händler (1920-1987), un amable violinista de origen polaco, exdirector de la Orquesta Sinfónica de Viña del Mar y compañero de ruta de Luis Sigall y el pianista Witold Malcuzynski, todos ellos seguramente revolcándose en sus tumbas por el sólo hecho de saber que la plaza dedicada a la música hoy es apodada por los vecinos como "la plaza de los borrachos".
Obviamente, para los habitantes de sector este editorial no representará ninguna novedad. Pero sí lo será el hecho de que desde esta tribuna al menos hacemos un llamado a la Municipalidad de Viña del Mar y Carabineros para que de una buena vez por todas tomen cartas en el asunto y ordenen lo que, a todas luces, es un foco delictual y de vicios que empuerca todo el orden y la seguridad que se pretende instalar en ese sector de la ciudad en época estival.
¿Contribuirá en algo advertir además que a contar de marzo por el sector suelen pasar escolares? ¿O eso se lo dejaremos como tarea al nuevo director del SLEP?