Alguna izquierda y todas las izquierdas
Transformar intenta meter su cuña en la política regional y nacional con una astuta estrategia de alianzas que puede resultarle. Entender que existe esa izquierda palpable, alejada de la autosuficiencia de Modatima y las lógicas comunistas, es también entender que el fraccionamiento sectorial es algo real.
Dice el excandidato a gobernador regional de Valparaíso por Ecologistas y el Partido Popular, Octavio González, que su proyección de alianzas es una lista con la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), el Partido Liberal, el Partido Radical y la Democracia Cristiana, donde a su juicio debiera integrarse Transformar, el movimiento político vinculado al exalcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.
En la otra vereda quedarían el Frente Amplio, el Partido Comunista, el Partido Socialista y el Partido por la Democracia, agrupados bajo la esperanza de una tercera postulación a La Moneda de la ex Presidenta Michelle Bachelet, quien aún mastica su decisión.
¿Cómo se explicaría, bajo las lógicas políticas, que la DC no admita mayor fricción con el PC y que por lo mismo desista de compartir coalición y sí vaya a hacerlo con una agrupación como Transformar, que ha renegado de todas las izquierdas -aun las más extremas- para autoadjudicarse la representación de un imaginario colectivo que, al menos hasta el minuto, sólo pareciera existir en la insondable mente de Jorge Sharp?
El exalcalde, en un símil de lo que antiguamente fue Marco Enríquez-Ominami y su ya extinguido Partido Progresista, sustenta su valía política en la popularidad que aún mantiene como marca propia, refrendada en las últimas encuestas, y sus guiños a otra tiendas outsider como la FRVS de Jaime Mulet, con quien incluso coinciden en la necesidad de levantar candidaturas propias a la Presidencia. Interesante de atender también es la opinión del Partido Popular, liderado por el sindicalista Cristián Cuevas, y su afán de levantar posibles nombres presidenciales como la senadora Fabiola Campillai, el propio Enríquez-Ominami y el exalcalde Daniel Jadue. Entender que existe esa izquierda palpable, alejada de la autosuficiencia de Modatima y las lógicas comunistas, que no olvida las supuestas "traiciones" de Bachelet 2 y el FA, y que está presta a movilizarse, es también entender que el fraccionamiento sectorial llegó para quedarse.