Correo
Candidatos
Después de la experiencia de este gobierno, que hizo promesas que fueron imposibles de cumplir, es necesario que los candidatos presidenciales demuestren el procedimiento que aplicarán para erradicar la inseguridad, los problemas en salud, la mala gestión económica y otros males por todos conocidos. Por ejemplo, la candidata presidencial Carolina Tohá deberá explicar de qué manera erradicará la inseguridad y la delincuencia si no lo hizo en los más de dos años que encabezó el Ministerio del Interior.
Los candidatos debieran también hacer saber a la ciudadanía los nombres y capacidades políticas, técnicas y probidad de quienes los acompañarán en su gobierno, para evitar la corruptela y faltas a la ética y moral que sorprenden en el ejercicio del poder.
Marcos Concha Valencia
Una joya olvidada
Valparaíso, la Joya del Pacífico, hoy no es más que una joya olvidada, sucia y abandonada de la mano de Dios. La suciedad se ha convertido en parte del paisaje. Recorre las calles como si tuviera vida propia y se instala con impunidad. Las paredes de edificios emblemáticos están marcadas por orina, el Hospital Van Buren se encuentra en un estado deplorable, sin insumos, sin presupuesto suficiente y con la amenaza constante de plagas de ratones. Los ascensores -símbolos del patrimonio porteño- sobreviven como pueden, con apenas un puñado aún en funcionamiento. El Mercado El Cardonal, que alguna vez fue centro vital de la ciudad, hoy no es más que una sombra desgastada.
Los perros callejeros, heridos y abandonados, caminan sin rumbo, como reflejo del mismo puerto que los alberga: una ciudad herida, dejada a su suerte. Valparaíso, declarado Patrimonio de la Humanidad, es hoy testimonio de una decadencia patrimonial que no supimos evitar y que seguimos profundizando con nuestra indiferencia.
Podría seguir detallando aspectos que enlutan a Valparaíso, pero todos confluyen en una misma verdad: las pésimas administraciones que este querido puerto ha debido soportar.
Valparaíso merece más. Merece cuidado, gestión y respeto.
Rodrigo Salinas Rojas
Desarrollo tecnológico local
En tiempos donde la tecnología avanza a pasos agigantados, resulta fundamental que nuestras Fuerzas Armadas se mantengan a la vanguardia de la innovación. Por ello, celebro la consolidación del Centro de Innovación Tecnológica de la Armada (CITA), un espacio donde la defensa nacional se encuentra con el ecosistema emprendedor para desarrollar soluciones tecnológicas estratégicas.
El trabajo con start-ups y el enfoque en pruebas piloto demuestran una mentalidad moderna y flexible, clave para enfrentar los desafíos de seguridad y logística de manera eficiente. Además, esta apertura al ecosistema de innovación permite que tecnologías desarrolladas en el ámbito militar puedan tener aplicaciones en el mundo civil, generando beneficios más allá del sector defensa.
Esta colaboración entre las Fuerzas Armadas y el ecosistema emprendedor no sólo fortalece la capacidad operativa del país, sino que también impulsa el talento y la creatividad de los innovadores locales.
Anil Sadarangani Director de Innovación, Universidad de los Andes
Violencia en las aulas
El aumento de la violencia contra el profesorado en las escuelas chilenas refleja una crisis estructural que va más allá de casos aislados. Factores como la desconexión entre familias y escuelas, la precarización de la labor docente y la falta de educación socioemocional han debilitado la convivencia escolar. Sin un cambio de enfoque, esta problemática continuará deteriorando el ambiente educativo y la motivación de quienes lo integran.
Hoy, la sobrevaloración de la inmediatez y la menor tolerancia a la frustración han intensificado las conductas impulsivas en el aula. A esto se suma un modelo educativo que privilegia la evaluación estandarizada, dejando de lado el desarrollo de habilidades fundamentales como la comunicación efectiva, la gestión emocional y la resolución pacífica de conflictos.
Para abordar esta realidad, es clave fomentar la educación socioemocional desde la infancia, fortalecer la relación entre familias y escuelas y dignificar la labor docente con mejores condiciones laborales y apoyo profesional. Las escuelas deben ser espacios seguros y participativos donde se fomente el respeto y la inclusión, permitiendo así reconstruir el valor de la educación y el rol docente en nuestra sociedad.
Eduardo Sandoval-Obando Investigador Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible, Universidad Autónoma de Chile
El valor de la lectura
Iniciamos un nuevo año escolar y es un gran momento para reflexionar sobre los grandes desafíos de la educación en nuestro país. Un estudio de la OCDE evidencia que los chilenos tienen bajos niveles de comprensión lectora, afectando su desempeño en matemáticas y ciencias. Sin embargo, una encuesta realizada por CORPA en 2025 indica que el 38% de los encuestados lee todos los días y el 51% lo hace al menos una vez a la semana. Estos datos reflejan un hábito que, aunque en crecimiento, aún presenta brechas significativas en términos de comprensión y análisis crítico.
Leer no sólo desarrolla nuestra inteligencia, también nos hace más empáticos y nos fortalece con herramientas socioemocionales fundamentales para la vida en sociedad. Un estudio publicado en la revista Science demostró que quienes leen ficción literaria obtienen mejores resultados al interpretar las emociones de otros, lo que confirma que la literatura es clave en la formación de ciudadanos conscientes y con una mayor capacidad de generosidad y comprensión hacia los demás.
Como educadores, creemos que es urgente poner el fomento lector en el centro de la conversación educativa, no sólo desde los colegios, sino también desde las familias y la comunidad. No basta con leer más; debemos leer mejor, con sentido y profundidad. La lectura debe ser una fuente de disfrute y conocimiento que abra puertas a la imaginación y al pensamiento crítico.
En este sentido, vale recordar las palabras del escritor británico C.S. Lewis: "La mejor defensa contra la mala literatura es una experiencia plena de la buena". Inculquemos en nuestros niños y jóvenes el gusto por la buena literatura, aquella que despierta preguntas, promueve la bondad y abre nuevas perspectivas.
Ingrid Roehrs, directora Colegio Albamar Concón; Héctor Valenzuela, director Colegio Montemar Concón