El Museo Marítimo Nacional y su activa labor para preservar la historia náutica de Chile
Actualmente, además, colabora con universidades y da acceso a archivos documentales, posicionándose como un ente de investigación sin olvidar su conexión con el barrio.
"E l mar es una parte esencial de nuestra identidad como nación", afirma Eduardo Rivera, curador del Museo Marítimo Nacional, durante el recorrido por una institución que no sólo preserva la memoria náutica de Chile, sino que también se proyecta como un espacio de aprendizaje continuo, en el que historia, cultura y ciencia se entrelazan para promover una mayor comprensión y respeto del tema.
El Museo Marítimo Nacional, establecido oficialmente en 1915, se ubica en un lugar privilegiado de Valparaíso como es el Paseo 21 de Mayo, cerro Artillería, e invita a un recorrido histórico casi obligatorio para cualquier visitante a la ciudad, ofreciendo, además, una vista impresionante de la bahía.
Nacido del deseo de consolidar el pasado glorioso de la Armada y enriquecer la cultura marítima local, este espacio se ha transformado con el tiempo, adaptándose a las necesidades educativas y culturales de la comunidad.
Su distintiva arquitectura neoclásica con elementos neobarrocos, complementa la experiencia de los visitantes, quienes pueden explorar exhibiciones interactivas y aprender sobre la conexión vital entre el mar y las comunidades ribereñas, destacando cómo éstas han moldeado su identidad, tradiciones y modos de vida a lo largo del tiempo.
Nueva perspectiva
Un cambio significativo ocurrió en 2011, cuando el nombre del entonces Museo Naval y Marítimo se oficializó como Museo Marítimo Nacional. Esto reflejó un deseo de ampliar su enfoque, superando el ámbito estrictamente naval para incluir una perspectiva más amplia de la cultura marítima chilena.
"El museo busca rescatar no sólo la historia de la Armada, sino también otros aspectos vitales como las ciencias del mar", explica Rivera. A pesar de que Chile es reconocido como un país costero, enfatiza que la verdadera cultura marítima aún está en desarrollo.
En 2024, el recinto reportó cerca de 70.000 visitantes, un retorno optimista a los niveles de afluencia prepandemia. "Hemos visto un crecimiento significativo en la cantidad de turistas, especialmente de cruceros", menciona el curador, destacando la variedad de públicos que acuden al espacio.
Público y vínculos
Es así como al lugar arriban turistas nacionales, extranjeros que viajan en cruceros y familias de países vecinos como Argentina. Rivera destaca la particular presencia de turistas japoneses, relacionada con la visita del "Peace Boat", barco perteneciente a la ONG del mismo nombre, que busca realizar foros de economía azul, promoviendo el Tratado de Alta Mar, convenio de Naciones Unidas para proteger la biodiversidad fuera de las jurisdicciones nacionales de los países. "Este intercambio cultural refuerza nuestra conexión con el mar y la historia", agrega Rivera.
Junto con preserva la memoria, la institución también cultiva vínculos estrechos con la comunidad local y las organizaciones de Playa Ancha. A través de esfuerzos compartidos, han llevado a cabo proyectos de conservación, como "Salvemos Las Torpederas", en el que participa activamente.
"Nuestro compromiso es con el barrio, buscamos crear un ambiente seguro y colaborativo", sostiene el curador del museo. Además, se han asociado con negocios locales para fomentar un ambiente acogedor en la zona, promoviendo actividades culturales y educativas que involucran a los vecinos.
Colección diversificada
A lo largo de los años, la colección del museo ha crecido, diversificando la oferta cultural. Desde los objetos personales de héroes nacionales como Arturo Prat, hasta exposiciones de geografía del litoral.
"Cada pieza cuenta una historia", menciona Rivera, destacando la importancia de testimonios materiales que reflejan la rica herencia marítima del país. Esta diversidad no solo atrae a los amantes de la historia, sino que también invita a las nuevas generaciones a explorar y valorar su patrimonio cultural.
Entre las muestras destacadas se encuentra una dedicada a la Guerra del Pacífico, en la que los visitantes pueden apreciar uniformes, medallas y artefactos que revelan las hazañas de la Armada nacional. Esto se complementa con la inclusión de embarcaciones históricas, como el bongo pesquero "Carmen" y el bote salvavidas "Capitán Christiansen", que permiten a los asistentes experimentar de cerca la evolución de la navegación en el país.
Investigación activa
El museo, además, es un centro activo de investigación científica, colaborando estrechamente con universidades y expertos en la conservación del patrimonio marítimo. "Nos enorgullece ser un puente entre la academia y la comunidad", asevera Rivera, resaltando la función del recinto en la divulgación del conocimiento.
Entre las instituciones colaboradoras se encuentran la Universidad de Valparaíso, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Playa Ancha, que han participado en iniciativas de investigación específicas, incluyendo estudios sobre la biodiversidad marina y proyectos de restauración de embarcaciones antiguas. Estas colaboraciones enriquecen las exposiciones del museo y fomentan el intercambio de conocimiento y prácticas entre estudiantes y profesionales.
Además, se dispone de archivos documentales, incluidos históricos como el diario La Unión, que permiten un acceso para conocer el contexto de época en que se desarrollan los acontecimientos. "Estamos comprometidos a facilitar el acceso a nuestro patrimonio documental, promoviendo su utilización para el aprendizaje y la investigación", expone Rivera, enfatizando la relación entre la academia y el público en general.
Abierto al público de martes a domingo, el museo recibe visitantes desde las 10:00 hasta las 17:30 horas. La entrada tiene un costo de $4.000 para el público nacional adulto, $1.000 para estudiantes con TNE, niños hasta 14 años y adultos mayores. El precio para el público extranjero es de $4.000. "Invitamos a todos a sumergirse en nuestra historia y descubrir el valor del mar en nuestra identidad nacional y local", concluye Rivera. 2
Sebastián Casanova Díaz
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