La crisis financiera de la salud pública
La millonaria deuda del Hospital Carlos van Buren y las dudas en torno a su gestación son un ejemplo del dilema que enfrenta el sistema. Ni la salida de Gálvez ni el intercambio de declaraciones permitirá al Hospital Carlos van Buren salir del atolladero en el que se encuentra.
Luego de varias semanas de cuestionamientos y presiones, que terminaron por quitarle el piso político al enfermero de la Universidad de Valparaíso, Cristián Gálvez López, el Ministerio de Salud le pidió su renuncia a la dirección del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA), y puso en su lugar, de manera interina, a la matrona, también militante del Partido Comunista, Loreto Maturana. Cumplido el trámite, un coro de parlamentarios y el mismo Colegio Médico valoraron la decisión del Minsal y reiteraron sus críticas a Gálvez por su eventual responsabilidad en los graves problemas de funcionamiento que presenta el Hospital Carlos van Buren, de Valparaíso. El diputado Andrés Celis dijo que la salida del enfermero era "ineludible" y su par del radicalismo, Tomás Lagomarsino, culpó directamente al defenestrado funcionario de agravar la crisis que aqueja al principal recinto hospitalario porteño. La respuesta de Gálvez López fue igual de categórica. No solamente descartó irregularidades durante su gestión, sino que argumentó que la estrategia de entregar recursos parcelados al Van Buren se debe a que aún no está claro el origen de la abultada deuda de $ 24 mil millones que arrastra el recinto, principal razón de la querella que interpuso como director del SSVSA hace algunas semanas. Ni la salida de Gálvez ni el intercambio de declaraciones permitirá al Hospital Carlos van Buren salir del atolladero en el que se encuentra. La deuda es de tal magnitud que no solamente afecta la contratación de insumos hospitalarios, sino que pone en riesgo el cumplimiento de varias metas ministeriales en torno a listas de espera y atenciones. Por ello, el Van Buren requiere una intervención directa del Minsal; una que sea capaz de solucionar sus problemas de abastecimiento y de deuda con los proveedores, a la vez que acelera la ineludible tarea de aclarar las responsabilidades funcionarias en el camino que puso al principal centro de salud de la comuna al borde del precipicio.