El mensaje de Rodrigo Mundaca
El gobernador regional critica el centralismo y el cuoteo político, abriendo la posibilidad de postular a la Presidencia de la República.
Rodrigo Mundaca, gobernador de Valparaíso, se encuentra hoy en Nueva York como parte de la delegación chilena que impulsa la candidatura de Valparaíso como sede del acuerdo BBNJ. Pero mientras promueve la vocación oceánica de la región, también deja entrever -con cautela, pero sin ambigüedades- su disposición a asumir el desafío de liderar una candidatura presidencial.
En entrevista con este Diario, Mundaca dispara con precisión contra el centralismo, el cuoteo político y la desconexión de los actuales precandidatos con las realidades territoriales. "No he escuchado a ningún candidato que va a la primaria hablar de descentralización", declara con tono crítico, evidenciando su molestia con un oficialismo que, a su juicio, "no encarna las demandas de los territorios".
La incomodidad de Mundaca no es nueva. Su figura ha crecido al alero de un liderazgo territorial fuerte, anclado en causas ambientales, en una defensa decidida de los recursos públicos y, últimamente, en una creciente agenda internacional. Pero ahora empieza a proyectarse hacia un nuevo plano y es ahí donde el discurso del gobernador se transforma en un programa. Critica duramente el uso político de los cargos públicos, en especial en Salud, denuncia con claridad que las decisiones importantes siguen siendo digitadas desde Santiago, sin considerar a los territorios. Su reclamo es por poder real, no solo representación.
Mundaca es consciente de su capital político. Fue la primera mayoría proporcional en la segunda vuelta de gobernadores, con más de 800.000 votos. Sin embargo, denuncia que nadie le ha pedido su opinión en la discusión presidencial ni parlamentaria. Su molestia con el ninguneo del mundo independiente -del que es parte- no parece casual, y anticipa un movimiento mayor: si la primaria oficialista no representa a los territorios, ¿por qué no crear una alternativa? Advierte que esperará los resultados del 29 de junio. Es un mensaje claro. Si el proceso no recoge demandas territoriales ni da espacios a voces conectadas con regiones, él podría ser la alternativa.
Mundaca aún no lanza su candidatura, pero ya se mueve como tal. Su discurso está cargado de símbolos de renovación democrática, descentralización efectiva y ruptura con las prácticas tradicionales. Habla con propiedad de soberanía territorial, de salud pública estructural, de biodiversidad oceánica, de gobernanza desde el territorio y no desde la élite. En un país donde los partidos viven una crisis de representación, su mensaje puede calar profundo.