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Según dice, "habrá exposiciones, música, teatro, artes visuales, literatura y un sinnúmero de expresiones artísticas dedicadas a la poeta, disponibles durante todo el año, en todo el país, de manera que cada cual pueda acercarse a su obra en el formato que mejor le parezca".
"Para celebrar estos 80 años de su Premio Nobel el país, el país todo que somos la patria ciudadana, no debería estar pensando en aquella ocasional frase '¿qué será de Chile en el cielo?', lejos por cierto de esa patria ciudadana. Es la ocasión de una campaña lectora de sus libros mayores: Desolación, Tala, Lagar, Poema de Chile, Ternura, sobre todo Ternura", opina Quezada.
"Chile necesita una campaña de la ternura. Así lo pidió una vez esta maestra rural y poeta, que eran orgullosamente sus dos únicos oficios. Y no olvidar a esa poesía esencial, su mismísima prosa tan reveladora en el tratamiento de sus temas, tan social y educativa y vigente en una Gabriela Mistral de tres siglos, y siempre", añade.
Su rol educativo
En cuanto a la conexión con las nuevas generaciones, la ministra Arredondo explicita que "este año la Semana de la Educación Artística (SEA) estará inspirada en la obra Recados, de Gabriela Mistral, con el fin de reflexionar sobre el rol del arte en la educación, destacando la importancia de la educación artística en el desarrollo integral de las y los estudiantes; uno de los focos que tenemos además desde el Ministerio de las Culturas".
Quizás su lado de pedagoga es el que ha sido menos conocido hasta ahora. Así por lo menos lo cree Víctor Berríos, director del Magíster en Liderazgo Escolar para el Aprendizaje de la Universidad San Sebastián y especialista en la arista educacional de la autora.
"Desde mi perspectiva, el principal legado mistraliano no es su obra poética, que es de tremenda envergadura, es una gran poeta y recibió el premio Nobel de Literatura, no es cuestionable; pero ella, su principal búsqueda, fue dejar un pensamiento pedagógico para Chile", asegura.
"Ella siempre fue una gran educadora, se consideró a sí misma una gran educadora y que su misión sagrada, la misión que le venía desde Dios, era ser profesora, educar y siempre fue lo más grande para ella. Se dice que la educación era su oficio lateral y cuando uno lee con detenimiento su pensamiento, sus escritos, se da cuenta de que la poesía era su oficio lateral y que el principal era la educación", añade.
Para Berríos "la mayoría de sus escritos están al servicio de llevar la mejor palabra a sus niños, a sus estudiantes, llevar textos de calidad. Cuando quiso enseñar y no había textos, ella los escribió, y tuvo mucha relación con la construcción de los textos escolares, sobre todo en México. Esta búsqueda de la palabra poética tiene que ver con su vocación de profesora, de educadora".
En 1910, Mistral rinde examen en la Escuela Normal N°1 de Niñas de Santiago para que se le reconozcan los estudios y conocimientos adquiridos en la práctica escolar, obteniendo el título de maestra primaria y entra a una escuela de Santiago Poniente. Pasaría por diversos establecimientos -incluyendo el Liceo de Los Andes-, hasta que en 1918 fue nombrada directora del Liceo de Punta Arenas, y desde ese momento transitó por varias ciudades -incluida Temuco, donde conoció a Pablo Neruda-, hasta que en 1922 viaja a México.
Al respecto, en una carta enviada en 1922 el entonces senador Pedro Aguirre Cerda -amigo al que junto con su esposa le dedicó Desolación-, solicita un "servicio", porque necesita tomarse dos años de dispensa en México para realizar más allá de la tarea encomendada, y si no la obtiene se verá obligada a renunciar, y pide que la ayude a tramitar su jubilación.
"Debo demasiado a México para irme sin dejarle un trabajo digno de mi generosidad para mí", afirma en la misiva. Algo que se repetiría en cada país que visitó, pues "donde viajó su tema principal fue la educación", asegura Berríos.
El especialista sostiene que el legado más importante que dejó sobre el área es "una propuesta, un pensamiento, un fundamento pedagógico que está vivo en su obra y que hoy día sería muy útil, porque está enfocada en mejorar las modalidades de convivencia de los seres humanos, de amarnos más, de vivir en paz, de potenciar habilidades como la hospitalidad, el cuidarnos los unos a los otros. Toda su pedagogía está orientada a una convivencia 'amorosa'".
"Como dice uno de sus textos, que cumple 100 años ahora del 11 de julio, Menos Cóndor y Más Huemul, seamos más huemules y menos cóndores; más tiernos, más inteligentes, más llenos de gracia y menos aguerridos, menos agresivos, menos peleadores", remarca. Algo que toma especial relevancia ahora en que la convivencia escolar es compleja. "La propuesta mistraliana hoy día sería una inyección de energía y de vitalidad para las escuelas que están sometidas a tanto conflicto", asegura el académico de la Universidad San Sebastián.
Desde su perspectiva, Gabriela Mistral "nos sigue enseñando, sigue siendo nuestra maestra, pero no la escuchamos. Porque no hay nada más disruptivo que el discurso de la ternura, de decir yo tengo que sentir afecto por los demás. Hemos hecho este trabajo, este ninguneo, que es una palabra que usaba mucho también ella, de lo tierno".
"Nos cuesta el afecto, nos cuesta el territorio de querer al otro, no pone en una situación incómoda y que nos aleja un poquito sólo de lo técnico, sólo de lo científico. Y ella habla de la pasión, de la ternura, que no son excluyentes, se complementan. Pero esta vocación de entregarse al otro es muy opuesta al mundo individualista que estamos viviendo hoy, que, al mismo tiempo, nos hace tanto daño", reflexiona.
En cuanto a la celebración por los 80 años del Nobel, Víctor Berríos lo ve como una oportunidad "para comprender que ella nos dejó un regalo gigante, que fue su pensamiento pedagógico (...) No tenemos que dejarlo como un adorno, tenemos que darle vida, tenemos que usarlo, está este maravilloso libro de la Editorial UV (Pasión por Enseñar), que lo compila. Creo que tenemos que sacar a Mistral de ser un decorado en la pared y usarla como probablemente una de las principales pensadoras de Chile y no sólo de Chile, de Hispanoamérica".
Desde el mundo
Otro aspecto poco explorado en la vida de la poetisa fue su rol consular, considerando que fue la primera mujer en ejercerlo. Durante el gobierno de Juan Esteban Montero (1932), y con la firma del propio Presidente de la República, se le nombra "cónsul particular de elección de Chile", designándosele prestar sus servicios en Nápoles (Italia).
Sin embargo, "me vine a Nápoles, nombrada cónsul de Chile. El bello régimen medieval no acepta a las mujeres en estos cargos y negó el exequátur, por eso u otra razón", dice la autora sobre la dictadura de Benito Mussolini.
De allí pasó a Madrid y en 1935 recibió por decreto el nombramiento de "Cónsul Particular de Profesión" en carácter de vitalicio, según indica el Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde ese momento ejerció en Lisboa (1934), Oporto (1936), Niza (1938) y Niterói (1940). De esta última ciudad del Estado de Río de Janeiro, la autora decidió trasladarse a la llamada Ciudad Imperial, Petrópolis, en la sierra del Estado.
"Petrópolis tiene su derramamiento de colinas, danza desordenada; y tiene sus jardines, tantos que no hay quién los cuente, grandes percales coloreadas, cada uno lindo a su manera, muchos ejemplares, varios indecibles", escribió. Instalada en la avenida Duarte Macedo número 60, la ciudad se transformó en un lugar seguro para su producción literaria, educativa y diplomática. Sin embargo, también viviría dolores.
Primero, a fines de febrero de 1942 con el suicidio del matrimonio Zweig, liberales y judíos exiliados, quiénes deprimidos por la ascensión del nazismo en Europa pusieron fin a sus vidas. Y luego, el 14 de agosto de 1943, el suicidio con arsénico de YinYin -quien fuera conocido como su sobrino- a sus 18 años. Tras enterrarlo, Gabriela se sumergió en un profundo aislamiento sólo interrumpido por sus misivas a amigos cercanos.
Tras recibir el Nobel, partió a Suecia donde se quedó un tiempo. Su trabajo consular lo terminaría en EE.UU., donde también la encontró la muerte el 10 de enero de 1957. 2
"Habrá exposiciones, música, teatro, artes visuales, literatura y un sinnúmero de expresiones artísticas dedicadas a la poeta, disponibles durante todo el año, en todo el país, de manera que cada cual pueda acercarse a su obra en el formato que mejor le parezca".
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Chile necesita una campaña de la ternura. (...). Y no olvidar a esa poesía esencial, su mismísima prosa tan reveladora en el tratamiento de sus temas, tan social y educativa y vigente en una Gabriela Mistral de tres siglos, y siempre".
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Ella nos dejó un regalo gigante, que fue su pensamiento pedagógico (...)Creo que tenemos que sacar a Mistral de ser un decorado en la pared y usarla como probablemente una de las principales pensadoras de Chile y no sólo de Chile, de Hispanoamérica".