LA TRIBUNA DEL LECTOR Cambiando el rumbo de Valparaíso
POR CAMILA NIETO HERNÁNDEZ, ALCALDESA DE VALPARAÍSO
Si hay algo que la política nos ha enseñado es que los anuncios grandilocuentes en boca de autoridades, cuando no encuentran una concreción efectiva y un resultado exitoso, son los principales responsables de la desafección que hoy los políticos despiertan en la ciudadanía. En particular ante grandes proyectos, de carácter estratégico, existe en nuestra región una especie de desesperanza aprendida debido al recurrente cuento de "Pedrito y el lobo" en materia de inversión, con muchas iniciativas que quedaron en el camino faltas de empuje o apoyo.
Como alcaldía nos propusimos un objetivo específico: hacer que Valparaíso, una embarcación de dimensiones vastas y de infraestructura añosa y pesada, mejore; que efectivamente funcione. Para eso trazamos una estrategia en la que le dimos un rol central a dos herramientas que consideramos imprescindibles para orientar el rumbo de una vez por todas: las capacidades de gestión y de articulación.
La primera -la de gestión- tiene que ver con ser capaces de hacer que las cosas pasen. Si hay algo de lo que estamos plenamente conscientes es de que para encontrar respuestas hay que tocar puertas, y vaya que lo hemos hecho. Desprovistos de prejuicios, hemos buscado fórmulas nuevas para hacer frente a problemas irresueltos. Mientras algunas gestiones ya comienzan a ver sus frutos -hemos recuperado decenas de cámaras de seguridad, tenemos una Plaza Aníbal Pinto más segura y comenzamos un plan de esterilización de perros y gatos que se abandonó por años-, otras tardarán en lucir. Esto no significa que no se encuentren dentro de nuestras prioridades, sino que trabajamos en ellas bajo la premisa de que problemas complejos requieren soluciones complejas.
La segunda -la articulación- deriva precisamente de lo anteriormente comentado: no habrá respuestas si no somos capaces de trabajar juntos y coordinados para llevar este barco llamado Valparaíso hacia una dirección previamente consensuada en la que tanto las comunidades organizadas, como el sector privado y el público tengan remos que nos ayuden a sortear las mareas adversas. En ello, la Municipalidad de Valparaíso tiene, además de un rol protagónico, una disposición plena.
Un ejemplo que condensa la importancia de ambas herramientas es, sin dudas, la expansión portuaria. Demoramos en lograr un acuerdo y no estamos disponibles para dilatar la concreción del mismo. Avanzaremos con decisión hacia cristalizar una expansión que haga carne la histórica vocación portuaria de la ciudad, mejorando y recuperando infraestructura y espacios públicos de distintas zonas de Valparaíso, respetando el patrimonio y el medioambiente y, por supuesto, dialogando e incorporando la visión de las comunidades. El motivo que nos moviliza en esa dirección no es la ambición espuria de no vernos superados por puertos vecinos, sino que la convicción de que un puerto más amplio y moderno traerá prosperidad y un mejor pasar a Valparaíso y sus habitantes.
Ante la certeza de que un proyecto como el Acuerdo por Valparaíso se pensó y elaboró sobre un diagnóstico transversal, lo que queda es ponerse a remar. Es la salud de la economía nacional y de una ciudad eje para el desarrollo del país lo que se encuentra en juego. El desarrollo de un nuevo puerto de cruceros, la ejecución de un plan integrado del borde costero desde el Mirador Viento Sur hasta el Paseo Juan de Saavedra, la construcción del Parque Barón -que ya se encuentra en curso- y los ambiciosos planes de inversión que estamos levantando para revitalizar el Barrio Puerto y la zona patrimonial de Valparaíso son sólo algunos de los proyectos que estamos empujando con fuerza porque entendemos la centralidad que tienen para el desarrollo de la ciudad.
Con esa misma fuerza avanzaremos hacia un objetivo que, consideramos, es de toda justicia para Valparaíso y cada comuna puerto del país: que los puertos dejen riquezas y no sólo externalidades en la ciudad. En eso la articulación entre la comunidad y las otras autoridades comunales adquiere un papel trascendental.
La confianza es un elemento clave para poder empujar proyectos de gran envergadura, los cuales requieren de una coordinación amplia de actores con intereses diversos, pero que pueden encontrar puntos comunes en el ideal de sacar adelante una ciudad o una región como la de Valparaíso. En este sentido, la recientemente formada Alianza por el Desarrollo de la Región de Valparaíso, encabezada por el Gobernador Regional Rodrigo Mundaca y que reúne a la academia, al sector privado y a tres municipios, avanza en la dirección correcta, ya que representa justamente una muestra de la capacidad de articular voluntades en torno a un desafío transversal.
Nuestra ciudad enfrenta problemas históricos que requieren de abordajes estructurales para que la embarcación sea capaz de enfrentar las distintas marejadas que ofrecerán los tiempos con respuestas modernas, mirada de futuro y capacidad de adaptación. En ese periplo la fuerza la proveerá el pueblo de Valparaíso y las soluciones las encontraremos remando todos al mismo tiempo y hacia un mismo destino: un Valparaíso mejor.