Correo
Domingo de Resurrección
Hoy miramos el sepulcro vacío junto a María Magdalena y, con ella, entendemos que Jesús cumple sus promesas. Ella anuncia este mensaje a los discípulos y los motiva a correr al sepulcro para poder ser testigos de esta importante revelación del Maestro.
Como creyentes, también queremos correr al sepulcro y creer, por el testimonio de otros, que Jesús está vivo. La mirada de sorpresa y esperanza de Pedro y de Juan es también nuestra mirada, ella nos indica que en medio de la oscuridad del sepulcro se abre una nueva esperanza, un nuevo tiempo, donde la humanidad puede volver a empezar.
La alegría de la Resurrección nos invita a valorar este tiempo de gracia y el anuncio de ella nos motiva a buscar en comunidad nuevos caminos de esperanza. Especialmente en el contexto de la celebración del Centenario de la Diócesis de Valparaíso, se hace más evidente y necesaria la presencia del Resucitado, que se manifiesta a través del testimonio de hombres y mujeres que en estos 100 años de historia han construido y cimentado todo lo que hoy, como Iglesia de Valparaíso, tenemos y cosechamos.
Quiero saludar a todas las comunidades de nuestra diócesis: capillas, movimientos, colegios, parroquias y monasterios, que durante esta Semana Santa han celebrado la Resurrección. Los saludo y los invito a vivir intensamente este hermoso tiempo donde Jesús se revela como el Camino, la Verdad y la Vida.
Hoy confirmamos que la Resurrección del Señor es prueba de su fiel amistad, de su bondadosa compasión y del irrestricto amor que tiene por su pueblo. Y una gran invitación a cambiar nuestro corazón para hacer de nuestro país un espacio de encuentro, diálogo, perdón y servicio.
Les deseo una Feliz Pascua de Resurrección.
Monseñor Jorge Vega Velasco svd Obispo Diócesis de Valparaíso
Reconstrucción
Desde el megaincendio hemos mantenido un diálogo franco y directo con todas las comunidades afectadas, concurriendo a las convocatorias que nos han hecho para escuchar, orientar y recoger observaciones, en un espíritu de trabajo conjunto con distintos actores, comprometidos en una reconstrucción que dé una respuesta satisfactoria a las necesidades habitacionales de las familias como el desarrollo de nuevos barrios integrados y resilientes.
Junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, y la directora (s) del Serviu, sostuvimos una reunión invitados por la junta de vecinos "El Progreso" de El Olivar, en la que abordamos su cronograma de obras. Respetamos las convocatorias que cada agrupación hace y, en ese sentido, queremos expresar al también dirigente, René Flores, que las puertas están siempre abiertas para sostener diálogos con ellos.
Como ministerio, trabajamos permanentemente con comunidades y dirigentes de todos los sectores afectados en distintas instancias, como la jornada abierta del Quiero mi Barrio la semana antepasada, en la que también participó el ministro Montes. Ese ha sido nuestro espíritu desde el inicio y el que mantendremos hasta cumplir con todas las familias.
Belén Paredes Seremi Minvu de Valparaíso
Quiebre institucional
En toda sociedad donde ha habido un quiebre profundo en sus relaciones humanas, es inevitable que esa crisis culmine en una acción violenta. Eso ni siquiera amerita mayor análisis.
En Chile, el proceso generado durante los 1.000 días de Allende derivó en que el Congreso declarase por mayoría la inconstitucionalidad del Presidente. Claramente, ya se había alcanzado el punto de quiebre. Cualquiera de las dos posiciones, inevitablemente, iba a reaccionar, generando una verdadera guerra civil.
Las Fuerzas Armadas lo que hicieron, y fue reconocido por expresidentes como González Videla, Frei y Aylwin, fue salvar a Chile de ese flagelo. Para hacerlo, evidentemente que encontraron oposición, y como en todo enfrentamiento armado, inevitablemente se iban a generar bajas de ambos lados.
Al ser consultada Evelyn Matthei sobre esto en aquella tan vilipendiada entrevista, lo inteligente habría sido dejar pasar la pregunta, pero no lo hizo. Lo que ocurrió en la primera etapa del proceso de la intervención armada sí generó muertes, las que fueron inevitables cuando las acciones comenzaron. Colgarle todo lo demás es o no entender lo dicho o, simplemente, un atentado publicitario para derribar su candidatura.
John Arentsen Rodríguez
Responsabilidad colectiva
Decir que el golpe de Estado de 1973 era "necesario" y que "era inevitable que hubiese muertos", como lo hizo Evelyn Matthei, es una afirmación que duele y preocupa. No sólo por el peso de la historia que arrastramos, sino porque relativiza principios fundamentales que deben unirnos como país: el respeto irrestricto a la democracia y a los derechos humanos.
Chile ya vivió las consecuencias de abandonar los caminos institucionales. Sabemos lo que significa una dictadura: censura, persecución, exilio, tortura, muerte. Nada de eso puede ser justificado ni normalizado. No había, ni habrá, justificación moral ni política para romper la democracia.
Hoy, cuando aún sanamos heridas y buscamos un país más justo, es fundamental reafirmar que el respeto por las vías institucionales no se negocia. Que las diferencias se enfrentan con más democracia, no con menos. Que el diálogo, por difícil que sea, siempre debe prevalecer sobre la imposición y la violencia.
"Nunca más" no es una frase simbólica. Es una responsabilidad colectiva y permanente. Sólo desde el compromiso real con los valores democráticos podremos construir un país donde las voces disidentes no sean silenciadas y donde la dignidad humana no vuelva a ser pisoteada.
Rodrigo Durán Guzmán
Guerra comercial
Extraordinario el artículo de don Demetrio Infante Figueroa sobre la guerra comercial desatada desde Estados Unidos. Con su experiencia y toques de fino humor, entrega sugerencias que bien haría el Gobierno en adoptar.
Francisco Ghisolfo Olmedo