Obispo y académico recuerdan el paso del Papa Francisco por Valparaíso
DECESO. Estudió en la PUCV como parte de su formación jesuita, a principios de los 60.
El fallecimiento del Papa Francisco deja un vacío difícil de llenar en la Iglesia católica, dada la impronta social que tuvo el Sumo Pontífice, como destacan varios de quienes expresaron sus condolencias. Pero también dejó huella en Valparaíso, donde estudió cuando aún era el seminarista Jorge Bergoglio y nadie sospechaba que décadas después se convertiría en Papa.
Sobre lo que fue su visita a Chile el año 2018, el obispo de Valparaíso, monseñor Jorge Vega, señaló que "destacaría dos cosas: que buscó encontrarse con la gente de todas partes del país, de la zona centro, de la zona sur y de la zona norte. Y se encontró con las víctimas de abuso de nuestro país, conversó, se hizo otra idea de lo que verdaderamente se vivía aquí en Chile en torno a los abusos, y eso llevó a que él cambiase su mirada y su forma de actuar. Terminada su visita, el Santo Padre nos llamó a todos los obispos a Roma para conversar con nosotros".
"conversamos de chile"
Vega tuvo la oportunidad de compartir personalmente con Jorge Mario Bergoglio, sobre lo cual recordó que lo conoció "antes de ser Francisco, cuando él era el arzobispo de Buenos Aires, como en el año 2007, por ahí. Después me encontré con él siendo pontífice por primera vez en 2016, el me convocó a Roma a un encuentro de obispos, y ahí tuve la bendición de no solamente participar en el encuentro, sino también de ser invitado a su mesa. Almorzamos juntos y me tocó almorzar frente a frente con él, ahí conversamos mucho de Chile. Y ahí yo me enteré, esa vez, que él había vivido acá en Chile, en Valparaíso".
"Después, cada año, yo me encontraba con él una o dos veces cuando tenía que viajar a Roma, la última vez en junio del año pasado, ahí estuve con él y nos reímos, contaba anécdotas, nos acordábamos de la Universidad Católica de Valparaíso, porque siendo jesuita, parte de su formación la recibió y la realizó aquí en Valparaíso, y estudió aquí algunas materias", remarcó Vega.
Sobre aquella época, destacó que "le tocó participar y ayudar durante el terremoto de 1960, y él se recordaba mucho de esa experiencia que tuvo en el terremoto y maremoto de Valdivia".
Con respecto a lo que pudo observar de la personalidad del Papa, el obispo recordó que "cuando lo conocí siendo arzobispo, lo vi una persona muy seria. Pero después, cuando nos encontramos en 2016, y después nos fuimos encontrando todos los años, me di cuenta que era una persona muy buena para la talla, tenía la talla a flor de piel, era tallero. Esa es una cosa que me llamó mucho la atención. Uno se imagina que un pontífice que tiene que ser tranquilo, serio, pero él siempre estaba con la talla a flor de piel, se reía de todo, y eso es lo que a mí personalmente me llamó la atención. Y le salían buenas las tallas, tengo que reconocerlo, tenía un don para las tallas, no para contar chistes, con los chistes que contaba yo no me reía tanto, pero las tallas eran muy buenas, porque le salían en el momento".
"hizo estudios acá"
Sobre su estancia en Valparaíso, el académico en la Facultad de Teología de la Pontificia Universitaria de Católica de Valparaíso, Guillermo Calderón, detalló que a inicios de los años 60 "él hizo estudios acá, en la universidad; él mismo lo reconoce y se lo dijo a nuestro rector cuando lo visitaron, que había estado en un curso, creo que de Psicología, y pasó por acá, estuvo aquí. Ahora, es un orgullo, por un lado, porque nunca pensamos que ese fraile jesuita iba a llegar a ser Papa, por una parte; y por otro lado, lo tuvimos aquí, estuvo con nosotros, y eso ya es algo simbólico, importante, y a nuestro rector le reconoció su paso por esta universidad. O sea, él lo tuvo dentro de su historia y de su formación, esta universidad cooperó con algo".
Calderón resaltó que "el principal legado es que el Papa llevó a nivel universal lo que acá en América Latina habíamos desarrollado ya hace bastante tiempo. ¿Y qué es eso particularmente? Una iglesia que se caracteriza por estar muy cercana a los pobres, una iglesia con mucha sensibilidad social, una iglesia solidaria".
En esa línea, el senador Juan Ignacio Latorre (FA) destacó "su anhelo de una Iglesia más sencilla, pobre y para los pobres (...); su encíclica ecológica, Laudato si', sobre el cuidado de la casa común y cómo enfrentar la crisis ecológica, la crisis climática que amenaza la vida y la biodiversidad en estos tiempos; su crítica muy radical al capitalismo salvaje, buscando actualizar el pensamiento social de la Iglesia; su permanente llamado a estar en contacto con las periferias y las fronteras, en un llamado a la fraternidad universal, al diálogo con las otras religiones, al diálogo con la ciencia, con el mundo no creyente, con la política; su vínculo con los movimientos populares, particularmente en América Latina".
En tanto, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) remarcó que "a él le tocó asumir en un momento muy crítico de la Iglesia Católica, que ya llevaba años con momentos críticos, pero se fueron postergando decisiones, tal vez muy importantes al interior de la Iglesia, y él tuvo que enfrentarlas. Creo que marcó una presencia su paso por esta tierra y la responsabilidad que asumió en la Iglesia Católica no va a pasar inadvertida, creo que generó algo ahí, dejó su impronta".
"Él siempre estaba con la talla a flor de piel, se reía de todo, y eso es lo que a mí me llamó la atención. Y le salían buenas las tallas".
Jorge Vega, Obispo de Valparaíso
"Él hizo estudios acá, en la universidad; él mismo lo reconoce y se lo dijo a nuestro rector cuando lo visitaron, que había estado en un curso".
Guillermo Calderón, Académico de Teología, PUCV
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