Acta funeraria del Papa destaca su lucha contra "crímenes" del clero hacia menores
RITUALES. El llamado "rogito" se leyó antes de sellar el féretro y hace alusión a su paso por Chile, donde estudió humanidades.
A horas del sepelio del Papa Francisco se vivieron una serie de ritos funerarios, los cuales fueron aprobados sólo hace un año por el pontífice recién fallecido, simplificando la tradición papal.
Ayer, por ejemplo, a las 20.00 horas de Roma, se procedió a sellar el féretro de Francisco, ceremonia que fue presidida por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, y que se llevó a cabo en total privacidad. En la ocasión, uno de los hitos más relevantes que se vivió fue la lectura del acta que describe la vida y obra del Papa, documento que también se conoce como "rogito" y que queda dentro del ataúd. De acuerdo al acta, Francisco será recordado porque "hizo más severa la legislación sobre crímenes cometidos por los representantes del clero contra menores y personas vulnerables", se puede leer casi al final.
Rogito
El documento del Papa número 266 hace un recorrido completo de la vida de vida de Jorge Mario Bergoglio. De hecho, entre otros temas, cuenta que tras graduarse como técnico químico decidió ser sacerdote, ingresando inicialmente al seminario diocesano y luego al noviciado de la Compañía de Jesús y recuerda su paso por Chile, donde estudió humanidades.
Además, describe su recorrido en el sacerdocio hasta 1992, cuando el Papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires y, posteriormente, cardenal.
Según describe el acta, en este periodo fue "un pastor sencillo y muy querido en su archidiócesis, que recorría de punta a punta, incluso en metro y autobús. Vivía en un apartamento y se preparaba la cena él mismo, porque se sentía uno más del pueblo".
Tras ser nombrado Papa el 13 de marzo de 2013, continúa el acta, "quiso tener siempre en el corazón a los más pobres del mundo". Recuerda que desde el primer Jueves Santo quiso celebrar la Misa in Coena Domini fuera del Vaticano, yendo cada vez a cárceles, centros de acogida para discapacitados o personas con adicciones. También recuerda que "los últimos años de su pontificado estuvieron marcados por numerosos llamados a la paz, frente a la 'tercera guerra mundial a pedazos' que azotaba a varios países, especialmente en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano y Myanmar".
Velo de seda
Tras la lectura, un rezo en silencio y una oración adicional, el maestro de ceremonias colocó un velo de seda blanca sobre el rostro del papa y roció su cuerpo con agua bendita. Luego, el cardenal colocó en el ataúd una bolsa con las monedas y medallas acuñadas durante el pontificado y el tubo con el rogito.
A continuación se colocó la tapa de zinc del ataúd, sobre la cual está la cruz, el escudo del papa y la placa con su nombre, la duración de su vida y de su papado. La tumba del Papa Francisco tiene una lápida de mármol blanco con la inscripción "Franciscus", procedente del pequeño municipio genovés de Cogorno (Italia), donde en 1850 nació el bisabuelo de Bergoglio, Vincenzo Girolamo Sivori.
Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años, había dejado por escrito en su testamento su voluntad de reposar en la basílica de Santa María La Mayor, en vez de en la cripta vaticana.