Periodista chileno y joven kurda cautivos de Estado Islámico dan vida a novela histórica
En su nuevo libro, José Ignacio Cárdenas conduce a sus lectores por los recovecos del horror del terrorismo, pero también por otros caminos, como el amor y la sanación,
En las celdas había periodistas de distintas nacionalidades, y los estadounidenses recibían la mayor saña de parte de sus captores de ISIS.
Allí también estaba cautivo su colega chileno-español Manuel Jesús Muñoz Amar, esperando su ejecución a manos de los milicianos, tal como el resto de los "infieles".
Había llegado a la zona norte de Siria ocupada por ISIS -Islamic State of Irak and Syria, o Estado Islámico- en una arriesgada misión encargada por el diario donde trabajaba, quizás porque se manejaba en árabe, el idioma de su madre palestina.
"Los días transcurrieron y las muertes eran horrorosas. Sus carceleros describían detalles de las crueldades a las que someterían a los elegidos, quienes jamás volvían", refiere Bajo el yugo del califato. La esperanza de los infieles (Editorial Zuramerica), la primera novela del escritor y abogado José Ignacio Cárdenas Gebauer, que conduce al lector por los recovecos del horror, pero también por los caminos del amor y la sanación.
En ello el rol protagónico le corresponde a Munira, una joven kurda de la minoría religiosa yazidí, capturada y convertida en esclava sexual de uno de los comandantes de ISIS.
Hechos históricos
Autor de El jaguar ahogándose en el oasis (2020) y La trampa de la democracia (2022), Cárdenas incursiona en la novela histórica porque "es una buena alternativa para quienes quieren aprender de otras culturas de una forma amena y cercana" y entrega la opción de relatar hechos históricos de una manera entretenida y con un alcance más masivo que un ensayo.
"Si bien el ensayo es un gran género para abordar documentadamente pensamientos o conclusiones sobre hechos históricos, doctrinas, teorías e ideologías, su lectura es algo más difícil dada la gran información, datos, números, hechos, leyes y argumentos que pretenden explicar una tesis", señala.
"La novela, en cambio, da la libertad propia de una ficción entregando más espacio a la imaginación del autor", agrega, "lo que no significa que la investigación histórica para construir una novela sea más laxa".
Considera fundamental una especial preocupación por el lenguaje para facilitar la lectura fluida "que explique pedagógicamente hechos históricos llevados a una novela, conjugando sensaciones como la aventura, suspenso y romance. Mucho de esto hay en mi novela".
Nadia murad
En la coprotagonista, Munira, Cárdenas rinde homenaje a Nadia Murad, Premio Nobel de la Paz 2018, a los 25 años, que al igual que el personaje fue esclava sexual de ISIS y logró huir.
El escritor destaca especialmente su trabajo "por generar conciencia sobre el genocidio contra el pueblo yazidí y el uso sistemático de la violencia sexual como arma de guerra", señala, y plantea que "nadie ha trabajado activamente para persuadir a gobiernos y organizaciones internacionales a apoyar el desarrollo sostenible del territorio yazidí, así como a las sobrevivientes de violencia sexual a nivel mundial".
En ese contexto, resalta su labor con la Misión de Alemania ante las Naciones Unidas para aprobar la Resolución 2467 del Consejo de Seguridad, que amplía los compromisos de esa organización para erradicar la violencia sexual en los conflictos.
Igualmente, releva que también impulsó la Resolución 2379 del Consejo de Seguridad, que permitió establecer el Equipo de Investigación de las Naciones Unidas para promover la rendición de cuentas por los crímenes cometidos por ISIS.
Terrorismo global
En los foros a los que Murad asiste, menciona que más de 3.000 yazidíes siguen desaparecidas y probablemente en cautiverio. ¿Sólo las buscan sus familiares y algunos grupos comprometidos con los DD.HH.? ¿Qué pasa con los gobiernos?
"A mi entender los gobiernos no han comprendido el concepto de la globalización terrorista que ISIS entendió rápidamente y aplicó con especial éxito en las narices de un mundo que no asimilaba la dimensión de los avances tecnológicos usados para desplegar una guerra fundamentalista", expone el autor de Bajo el yugo del califato.
"Las masas que antaño estaban en el campo de batalla, hoy son actores digitales, partícipes en la medida que la tecnología se los permite. Las guerras han adquirido un tinte que no necesita la masificación de tropas y el despliegue de ejércitos enteros, ya que éstos han sido suplidos por un ejército virtual o tecnológico que ha tenido una enorme eficacia para difundir ideas y captar adherentes en el mundo", agrega.
Cárdenas plantea que frente a ese escenario, "las potencias no han sido conscientes de la eficiencia de un formato operativo basado en grupos reducidos sublimemente preparados, respaldados por una tecnología de punta que condicione la ventaja táctica". Un modelo que sí internalizó muy bien el Estado Islámico para lograr su crecimiento "y que en mi novela lo recojo para contextualizar parte de la explicación de su explosivo crecimiento".
Y observa que los gobiernos, con el tiempo, "si bien lograron reducir el poder de ISIS a partir de la gran diferencia en el potencial armamentista favorable a los Estados, lo cierto es que no han sido capaces de terminar con ISIS, y una gran razón es el desarrollado poder tecnológico del Estado Islámico.
Secuestros masivos
También José Ignacio Cárdenas aborda la continuidad del grupo terrorista Boko Haram, que en 2014 secuestró a 276 niñas de una escuela en Nigeria, de las que más de 80 siguen cautivas, según Amnistía Internacional, que desde entonces y hasta 2024 ha documentado 17 secuestros masivos. ¿Por qué cree que este horror no termina?
"Porque Boko Haram se ha alimentado de la propia historia del país, de su estructura geopolítica, de los problemas derivados de su composición étnico-religiosa y de las profundas desigualdades sociales y económicas", sostiene el autor.
Igualmente piensa que el reclutamiento de miembros por parte de Boko Haram para perpetuarse en el tiempo "no terminará a menos que el gobierno federal haga frente a importantes desafíos, como reducir la pobreza, crear empleos, desarrollar nuevas infraestructuras y aumentar la alfabetización".
La estrategia para derrotar a este grupo terrorista no sólo pasa por el despliegue de cuerpos militares de elite, "sino también por el impulso de políticas que permitan atender, en todos los ámbitos, a una población marcada por la inseguridad. Es la única manera de que Nigeria vuelva a la senda de la paz y el desarrollo".
"apartheid de género"
En medio de la guerra de desinformación que suele producirse en conflictos de esta naturaleza, los alauitas partidarios del derrocado Bashar al Assad denuncian ser blanco de dura represión en Siria. ¿Ahmed al-Sharaa, quien encabezó la defenestración, es lo mismo que el exgobernante sirio con otro signo político y religioso?
"Ahmed al-Sharaa, también conocido como Abu Mohammad al-Jolani, actual gobernante de Siria tuvo sus inicios en el Estado Islámico, posteriormente en Al Qaeda, para finalmente liderar el grupo rebelde de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) con el cual conquistó el poder y dio el golpe de Estado", responde el abogado y escritor.
"Por lo tanto, es imposible no relacionar sus orígenes yihadistas con lo que se plantea en mi novela que precisamente trata el actuar de este grupo bajo un contexto radical del cual no escapa Ahmed al-Sharaa".
Pero, observa, "no hay que olvidar los orígenes del actual gobernante, quien probablemente recurrirá a métodos de represión conocidos restringiendo sistemáticamente los derechos humanos en todos los aspectos de la vida, especialmente a las mujeres y niñas", añadiendo que un trato de esta naturaleza "podría constituir un 'apartheid de género".
Desde la perspectiva del autor, "no es descartable que esta siniestra historia se esté soterradamente repitiendo bajo el silencio mundial que hoy por hoy solo está pendiente de lo que hace y no hace un fanático rubio que pretende ser un emperador mundial". 2
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl